El proyecto de Presupuesto 2022 prevé una suba del 68% en las partidas destinadas a la tarjeta Alimentar y del 43% para el plan Potenciar Trabajo, en medio de un escenario donde la pobreza no baja del 40%.

En cambio, se proyectan reducciones en partidas para la asistencia a empresas y las compras de vacunas, ante una esperada mejora en el impacto de la pandemia.

Economía mantuvo elevadas las partidas destinadas a los programas asistenciales de la Tarjeta Alimentar y el programa Potenciar Trabajo, ambos a cargo del Ministerio de Desarrollo Social.

El Gobierno no prevé una nueva ola de Covid-19 y por eso redujo drásticamente algunos programas dispuestos en la emergencia, como el Repro.

También reduce el presupuesto para compra de vacunas en relación con la inflación.

En el caso de la tarjeta Alimentar -que llega a más de 2,4 millones de personas y se prevé que alcance a 2,7 millones-, el Presupuesto prevé fondos por casi $260.000 millones para el año próximo.

En el del programa Potenciar Trabajo -llega a 1.100.000 personas-, el Presupuesto prevé destinar más de $243.000 millones.

En cambio, se proyectan bajas en el programa "Complementos alimentarios", que caerá 60%, a $10.300 millones).

También en la asistencia a los comedores comunitarios y merenderos, que se reducirá 33%, a $6.000 millones.

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Pero subirá la asistencia a los comedores escolares en un 55%, hasta los $14.700 millones.

El año próximo también habrá caídas presupuestarias en programas de Salud y en los planes destinados a dar auxilio financiero a las empresas afectadas por la pandemia.

El Gobierno no prevé una nueva ola de Covid-19 y por eso redujo algunos de los programas dispuestos durante la emergencia.

El gasto en salud aumentaría sólo 12,5%, hasta los $644 millones.

En el caso de la partida destinada a la compra de vacunas contra el Covid-19, se prevén adquirir 80 millones de dosis y 5 millones de tests de antígenos.

Para ese destino se proyectan $122.200 millones, por debajo de los $153.500 millones que se estiman erogar este año.

Energía.

El proyecto de Presupuesto prevé bajar en términos reales los subsidios a la energía (gas y electricidad).

Este año rondarán los $972.000 millones y para 2022 se espera que esa erogación alcance $1.024.000 millones, un 5% de aumento nominal y una caída del 0,5% puntos del PBI.

De no aplicarse una política de segmentación en las tarifas –que por ahora no está contemplada en el presupuesto–, los montos deberían incrementarse en al menos un 30%, estiman los especialistas.