El precio internacional de la soja superaba este mediodía los US$ 605 dólares en el mercado de Chicago, el nivel más alto desde agosto de 2012.


Así, el valor se acercaba al récord de US$ 650, que también alcanzó ese año.

Este martes, la denominada "posición mayo" crece US$ 10 y alcanza los 605 dólares, más de un 90% de lo que cotizaba la soja hace apenas un año.


Según analistas, una de las causas principales de la notable mejora en el precio internacional de esta oleaginosa son los bajos stocks del cultivo en los Estados Unidos, con 42 millones de toneladas a marzo, de acuerdo con cifras oficiales de ese país.


Por otra parte, este martes también subían los precios internacionales de los cereales: el maíz aumentaba 2,38% a US$ 301,6 la tonelada y el trigo, 2,72% a US$ 280 por tonelada.
En este marco, las exportaciones de granos de la Argentina mantiene su ritmo: entre enero y abril, las liquidaciones de divisas sumaron casi US$ 10.000 millones, según las estadísticas que elabora la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).


Otra entidad, la Bolsa de Comercio de Rosario, estimó que los embarques totales alcanzarían el récord de US$ 21.865 millones este año: US$ 7.359 millones con relación a 2020.
Así, el Estado Nacional se beneficiaría con US$ 7.100 millones que ingresarían en concepto de retenciones solo por las exportaciones de soja, según las proyecciones de la Bolsa
rosarina.

En el plano local, el precio pizarra de la soja en la Cámara Arbitral de Cereales de Rosario cotizó a 33 mil pesos el lunes, con una suba del 63% en un año; el maíz a 22.900 pesos, con un avance del 100% comparado con 2020.


Hasta el momento, los productores de soja han cosechado casi el 60% del área sembrada en la Argentina, que alcanzó los 16,7 millones de hectáreas: el 70% de la producción se descarga en los puertos del Gran Rosario.

Pero el sector exportador agroindustrial está en alerta por una nueva bajante del Río Paraná, como se registró el año pasado.

Ese factor sucede en un momento de intenso tráfico de miles de camiones hacia el Gran Rosario, transportando soja y maíz, en el marco de la cosecha gruesa.