El mercado descuenta que el dólar subirá por debajo de la inflación hasta las elecciones
La devaluación en el corto plazo irá detrás de los precios, pero remontará después de octubre, según estimaciones privadas.
La devaluación del peso irá detrás de la inflación en los meses que restan hasta las elecciones, pero después de octubre esa situación podría revertirse y el dólar pasaría a subir más que los precios al consumidor, de acuerdo con los rendimientos de los títulos públicos.
Ese cambio en la evolución es considerado por los inversores, a juzgar por los rendimientos de los bonos ajustados por CER y dólar linked, que muestran que la inflación supera a la cotización de la moneda estadounidense en el corto plazo, pero a medida que se extiende las diferencias se acortan.
“Actualmente la inflación anual implícita a 5 y 12 meses en los bonos ajustables por CER es del 46% y 42% respectivamente, mientras que, la devaluación anual implícita del tipo de cambio oficial a 7 meses es del 30% y a 13 meses cercana al 40%”, señaló al respecto la consultora Quantum, de lo que se desprende que la diferencia a favor de los precios de 16 puntos porcentuales en el corto plazo se reduce a sólo 2 puntos para los vencimientos en 2022.
Al respecto, la entidad dirigida por el ex secretario de Finanzas, Daniel Marx, advirtió que hubo “una seguidilla de eventos” que “generaron alteraciones en la curva de rendimientos de los bonos ajustables por CER, luego de importantes subas de precio desde principios de año”.
Entre esos eventos, Quantum incluyó también “cierta confusión por la potencial reponderación de la canasta del Índice de Precios al Consumidor medido por el INDEC”, aunque luego se aclaró que se trataba de una adecuación habitual en los organismos estadísticos.
“Últimamente observamos, también un cambio de expectativas sobre inflación, devaluación y tasas de interés que se reflejaron en cambios de precios relativos de los títulos que los representan”, agregó.
En ese sentido, indicó que “la depreciación del tipo de cambio implícita en las curvas de títulos de corto plazo pasó a ser menor que la inflación implícita a fines de enero”.
“Este diferencial -explicó- se relaciona con el cambio en la expectativa del mercado, que comenzó a incorporar la posibilidad de que el Gobierno pueda ajustar el tipo de cambio por debajo de inflación durante los próximos meses”.
Esa expectativa, añadió Quantum, “se apoya en que los controles cambiarios junto con la mejora de los precios internacionales de los commodities permite al Gobierno comprar reservas en el mercado”.
Más allá de que parte de esas compras se utilicen para intervenir en los mercados de contado con liquidación y MEP, si se las suma a los Derechos Especiales de Giro, le darán al Gobierno “aire para afrontar los vencimientos con el Club de Paris y el FMI”, destacó.
Sin embargo, y con varios antecedentes que muestran que luego de períodos de apreciación vienen otros de depreciación de la moneda, Quantum señaló que “los títulos descuentan un mayor ajuste nominal en el tipo de cambio el próximo año”, un cambio que “parece estar incorporado en la curva con pendiente negativa de los bonos dólar linked”.
“Tiene sentido suponer que la tasa anualizada (de devaluación) para los próximos 6 meses sea menor que la de los próximos 12 meses debido a que el gobierno está utilizando el tipo de cambio como ancla para reducir la tasa de inflación al menos hasta las elecciones”, indicó.
Para dar un ejemplo, citó el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de febrero, que marcaba una tasa anualizada del 37% para el período marzo-agosto, pero del 41% para los próximos doce meses.
Como opción de inversión, Quantum condicionó su postura a la posibilidad del Gobierno en general y del Banco Central en particular de sostener en el tiempo la apreciación del peso.
“Si se considera que la relativamente baja depreciación de corto plazo no es sostenible, o que la apreciación real del peso será en realidad de menor magnitud que la que las curvas de rendimientos suponen, entonces la mejor opción es tomar posición en activos dólar-linked”, aconsejó.
Pero si por el contrario, si se supone que “la apreciación real del peso pueda ser incluso mayor, o que la tasa de depreciación será menor, entonces la preferencia debería inclinarse hacia los bonos ajustados por CER”, finalizó.