El mercado de inmuebles para alquiler de vivienda ya es otro desde la entrada en vigencia del DNU 70/2023 en diciembre de 2023 y, en lo que va del año, no sólo creció un 174,95% en la Ciudad de Buenos Aires, sino que va rumbo a la internacionalización.

En principio, conviven desde entonces tres tipos de contrataciones: las anteriores aún vigentes, las que se renovaron según actualizaciones que se aplicaban y los nuevos desregulados, con la particularidad de que inquilinos y propietarios negocian precios, moneda, indexaciones y plazos.

A pesar del aumento en la oferta, el mercado parece estar acercándose a un equilibrio

Los precios de publicación de los alquileres crecieron un 4,4% mensual en septiembre, un incremento por encima de la inflación, del 3,5% en el mismo mes, de acuerdo a los datos publicados por el INDEC.

Se está a la espera de que los valores iniciales de los nuevos contratos se estabilicen o incluso se mantengan de un mes al otro, a fin de poder trazar un horizonte estable de referencia. 

Los contratos registrados bajo la ley derogada porque se firmaron anteriormente contienen acuerdos por tres años con ajustes anuales por el Índice de Contratos de Locación (ICL); y también otros, cerrados a mediados de octubre de 2023, con aumentos cada seis meses según el índice de Casa Propia, cuando la ley fue modificada.

Movilidad de los inquilinos

En este contexto, los intermediarios reconocen que empiezan a verse casos de inquilinos que rescinden sus contratos bajo la antigua norma para salir de ella de una vez e ir en busca de nuevas condiciones.

Uno de los principales motivos es la brecha que se generó entre el ajuste del ICL y los precios de los alquileres de nuevos contratos, que se están negociando a valores iniciales más bajos, pero con ajustes más frecuentes.

Los que optan por mudarse pueden acceder a precios iniciales más bajos, aunque con ajustes más frecuentes, cada tres o cuatro meses.

Los que deciden permanecer en sus contratos originales bajo la vieja ley de alquileres pagarán un precio más alto, pero congelado por un año.

Un ejemplo práctico de cómo está funcionando el mercado sería que en septiembre de 2023 el promedio de alquiler de un departamento de dos ambientes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires era de $225.800.

Y al ajustarse por el ICL, se fue a $774.846 en septiembre de 2024, mientras que, con el IPC, el valor hubiese sido de $697.722.

Sin embargo, el precio promedio actual de mercado es de $507.400, un 34,52% menos que lo que pagarían los inquilinos con contratos viejos.

El desfas se produce porque con la inflación en baja el ICL se mantiene por encima del IPC actual, lo que lleva a muchos inquilinos a evaluar si les conviene rescindir y firmar un nuevo contrato, incluso asumiendo los costos económicos y emocionales de mudarse, según explica Federico González Rouco, economista especializado en vivienda de la consultora Empiria.

De acuerdo con los datos aportados por Zonaprop, los precios de publicación de alquileres aumentaron en septiembre de 2024 un 124,7% en comparación con el mismo mes del año pasado.

A pesar de este incremento, los contratos ajustados bajo el ICL, que mide inflación y salarios (con un atraso de dos meses) subieron un 243,16% anual.

Este aumento es considerablemente superior al Índice de Precios al Consumidor (IPC), que creció un 209% en el mismo período.

Es la actual referencia para la actualización de los alquileres, de modo que termina saliendo más económico arrancar un nuevo contrato que mantener el que se ajusta con el ICL

Otro factor que se está ponderando dentro del nuevo mercado es la real incidencia que tendrán los créditos hipotecarios en la oferta de los inmuebles y los niveles locativos versus el valor de las cuotas.

Los salarios y la evolución de la inflación marcarán un perfil más definido del volumen que tendrá la oferta de viviendas.

Airbnb se alinea internacionalmente

También en el Airbnb, o alquileres temporarios para turismo, se están produciendo cambios significativos, en principio porque dejó de utilizarse como alternativa para eludir la ley de alquileres, ahora derogada.

En principio, como en otras partes del mundo, ahora en Argentina el sistema se especializa en el turismo y hasta incorporó una app más a medida de los usuarios y los huéspedes ya disponible desde el 16 de este mes.

Incluye los destinos sugeridos, los filtros de búsqueda sugeridos y destacados personalizados en alojamientos, todo en función de viajes anteriores e historial de búsqueda.

Los cambios no solo benefician a los huéspedes. Airbnb también introduce más de 20 mejoras para los anfitriones, basadas en sus comentarios:

Ahora los anfitriones pueden ver precios recomendados, según anuncios similares en su zona, y aplicarlos con un solo clic.

Asimismo, se habilitan plantillas personalizables para enviar mensajes de bienvenida, instrucciones de check-in, y más, agilizando la comunicación, y los propietarios pueden crear informes personalizados para monitorear sus ingresos y filtrar los datos según tipo de pago y fechas.