El Banco Central viene llevando a cabo una política de acumulación de reservas internacionales en lo que va del año que hasta el momento se tradujo en un crecimiento de US$ 1.457 millones en lo que va de mayo y US$ 2.310 millones en 2021, pero esa tendencia podría acusar un revés de ahora en más, de acuerdo con un informe privado.

La consultora Quantum sostuvo que, en un contexto de “dificultades para generar oferta neta de divisas, en particular por financiamiento” y en momentos en que, una vez superado el período de liquidación de soja, “la estacionalidad del comercio exterior no jugará a favor”, habrá que prestar atención a dos aspectos que dominan la agenda pública de las últimas semanas.

En ese sentido, se refirió a “la posibilidad de que el déficit fiscal sea mayor al esperado”, debido a una “mayor asistencia COVID” por la implementación de programas de emergencia antes el recrudecimiento de la pandemia, así como los “subsidios a tarifas” en niveles no previstos en la ley de Presupuesto y en el esquema fiscal del ministro de Economía, Martín Guzmán.

Esas dos medidas tendrán “su correlato en la emisión monetaria” y en consecuencia “efectos sobre expectativas y decisiones de los agentes económicos”, dos fenómenos que, para Quantum, “representan los principales desafíos que enfrenta el Gobierno para continuar acumulando reservas”.

El proceso de acumulación de reservas comenzó a mediados de diciembre del año pasado, luego de tres meses que registraron caídas significativas: 1.463 millones de dólares en septiembre, 1.523 millones en octubre y 1.204 millones en noviembre.

El mayor gasto por la pandemia y los subsidios podrían afectar a la acumulación de reservas

El viraje en la política fiscal y monetaria operado en el último trimestre del 2020 se reflejó a partir de diciembre con una mejora en el nivel de reservas internacionales de US$ 758 millones que, si bien no alcanzó a compensar el descenso de los tres meses previos, por lo menos representó un freno a la “sangría” de divisas.

Ese cambio de tendencia continuó en lo que va de 2021, con 105 millones de dólares de aumento en enero, 3 millones en febrero, 75 millones en marzo y 670 millones en abril.

Todo el crecimiento del primer cuatrimestre del año es inferior a los 1.457 millones que se están acumulando en lo que va de mayo, pero a su vez otro dato destacado es que el incremento de las reservas es notoriamente inferior a las compras de divisas que realiza diariamente el Banco Central, superior a los 5.000 millones de dólares hasta el viernes pasado.

En eso tuvo incidencia, además del pago de servicios de la deuda, la intervención de la autoridad monetaria en el mercado financiero del dólar, operando con títulos públicos para evitar una disparada en la cotización del denominado “contado con liqui” y el dólar Bolsa o MEP.

De todos modos, debe advertirse que, a pesar del crecimiento de los últimos seis meses, el nivel actual de reservas (US$41.720 millones, según el último balance provisorio del BCRA) es inferior al de mediados de septiembre del año pasado, es decir que aún no se pudo neutralizar la caída de 2020.

La consultora dirigida por el ex secretario de Finanzas, Daniel Marx, señaló una serie de factores locales e internacionales que jugaron a favor del incremento de las reservas internacionales.

  • Depreciación del dólar en el mundo, con efecto sobre los activos de reservas que posee el BCRA en otras monedas, como el swap con el Banco Popular de China y las tenencias de oro. Si bien en el acumulado del período no aportó mucho al incremento de reservas, al 14 de mayo representó un aporte de US$ 515 millones.
  • Un menor ritmo de depreciación nominal del tipo de cambio oficial ayudó al ritmo de liquidación de exportaciones. Haberla llevado a una tasa mensual del 1% en mayo, luego de haberlo hecho en un 2,5/3% en los meses previos, a un nivel inferior a la tasa de inflación y de interés en pesos.
  • Una política monetaria contractiva, con la que la base monetaria se contrajo $100.000 millones, y una prácticamente nula asistencia al Tesoro, de apenas $50.000 millones.

Entre los efectos negativos a futuro, Quantum enumeró:

  1. Pagos netos a organismos internacionales. En el segundo semestre hay vencimientos de capital con el FMI por el equivalente a US$ 3.800 millones, más pagos de intereses por US$ 600 millones. Una realidad diferente a la primera mitad del año, cuando los pagos a organismos representaron US$ 1.152 millones. “De todos modos, es muy probable que la asignación de los DEGs por el equivalente a US$ 4.400 millones sea utilizada para hacer frente a estos vencimientos”, señaló.
  2. La intervención del Banco Central en los mercados libres de dólares. Si bien a un menor ritmo que hace algunos meses, el BCRA llevaría utilizados US$ 95 millones de las reservas en lo que va de mayo, lo cual representaría un nivel mensual de US$ 170-200 millones, cifra similar a la de los meses previos. “En los próximos meses su utilización dependerá de la evolución de las variables macroeconómicas y de las expectativas que ellas generen”, advirtió.
  3. Los controles al acceso al mercado, si bien redujeron en el corto plazo la demanda de reservas internacionales, el impacto sobre el potencial de generación de oferta neta es mucho mayor, en particular por la falta de financiamiento e inversiones del sector privado.