El Gobierno cuenta con “la oportunidad de pensar en un proceso de estabilización de precios” debido a la atenuación de la inflación generada en la pandemia, pero su éxito dependerá de cómo gestiona las “tensiones” de la “aceleración inflacionaria”, por lo que se deberá recurrir a “tasas más altas, más leliq y menos financiamiento con emisión monetaria”

Así lo sostuvo el economista Rodrigo Álvarez, CEO de la consultora Analytica, quien a su vez advirtió que “en el corazón de la tensión inflacionaria” está “cómo se financia el sector público en la nueva normalidad”.

“Yo no soy monetarista, pero si se sigue financiando con emisión monetaria en primer lugar va a haber un excedente de pesos muy grande que va a presionar sobre los precios”, indicó en declaraciones radiales.

Álvarez previó una inflación del 38% para todo 2020 y manifestó que las proyecciones para 2021 dependerán, precisamente, de cómo gestione el Gobierno la “nueva normalidad”.

“El nudo gordiano de esta paradoja está en el financiamiento, porque si el Gobierno plantea para el año que viene un déficit demasiado elevado que sigue exigiendo emisión de pesos, la estabilidad va a quedar mucho más lejos”, subrayó.

Asimismo, puso la mira el dólar, ya que “en la medida que no se tranquilice el mercado y los distintos tipos de cambio no converjan con el oficial, se va a generar una expectativa de devaluación que va a tener impacto en los precios”.

Para Álvarez, la combinación de emisión y multiplicidad de tipos de cambio con importantes brechas en sus cotizaciones generarán una expectativa de “aceleración inflacionaria” que será “una de las tensiones que viene” en la post pandemia.

“En la medida que se normalice la economía y ya no se necesite tener tantos pesos pesos en poder del público, va a haber presiones inflacionarias si el gobierno no empieza a gestionar ese exceso de liquidez”, alertó al respecto.

Álvarez explicó que esa apelación a “gestionar” implica “tasas más altas, más leliq y menos financiamiento con emisión monetaria”.

En ese sentido, la tasa de Política Monetaria se mantiene en un 38% hace cinco meses, con una base monetaria promedio de $2,4 billones y un stock de leliq de $1,8 billón.

Esa situación, según el CEO de Analytica, genera una “tensión inherente entre una economía que necesita estímulo y más actividad y mas gasto, porque la demanda está totalmente deprimida, y por otro lado una economía que necesita retirar pesos del sistema”.

El problema se agrava porque “al menos en el corto plazo la capacidad de financiamiento vía endeudamiento es muy limitado”, sostuvo.

“Tendremos que convivir con financiamiento doméstico, algo de bancos y organismos, hay varias fuentes que no están disponibles sin un programa consistente”, finalizó.