El Gobierno oficializó hoy la oferta presentada a sus acreedores privados el viernes pasado, la cual contempla una quita del 62 por ciento sobre los intereses y de 5,4 por ciento sobre el capital para comenzar a pagar en 2023, tras un pedido de gracia por tres años.

En ese sentido, Argentina plantea un canje de 66.238 millones de dólares, con una quita de 37.900 millones de la misma moneda en intereses y de 3.600 millones del capital.

El gobierno plantea una estructura de bonos amortizables con tasas de interés escalonadas nunca mayores al 5%, quitas de capital que van entre 12% y 18% para los papeles de más corto plazo según la moneda, un esquema de "opcionalidades" para elegir los nuevos bonos y diluir el poder de los bonistas y vencimientos hasta 2047.

En 2023 Argentina empezaría a abonar una tasa de interés de 0,5 por ciento, pero las mismas irían creciendo hasta un cupón promedio que rondaría finalmente el 2,33%.