Los productores agropecuarios deberán informar dos veces al año el volumen de producción de granos que lograron en cada campaña, para mejorar la información disponible en las bases de datos y optimizar los procesos de fiscalización.

Así lo acordaron la AFIP y el Ministerio de Agricultura, que formalizaron esa decisión a través de dos resoluciones publicadas este miércoles en el Boletín Oficial.

Esas resoluciones establecen dos fechas anuales, en la finalización de la cosecha gruesa y en la de la fina, para que los productores declaren la producción obtenida en cada uno de esos períodos; la norma que estaba vigente preveía que informen una vez al año su stock de granos.

LEE: El Gobierno reveló que trabaja en un tipo de cambio diferenciado para turistas

En tanto, las adecuaciones introducidas al Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA) -la base de datos donde se declaran distintos datos sobre la actividad- "fortalecen la capacidad estatal para desarticular maniobras de evasión", resaltó la AFIP.

Ese organismo, junto con Agricultura, definieron también que los distribuidores y mayoristas del sector harinero deberán utilizar de forma obligatoria el Remito Electrónico Harinero (REH) cuando envíen mercadería a las panaderías.

La extensión del uso de este documento digital, que ampara el traslado de harinas y/o subproductos derivados de la molienda de trigo, amplía la trazabilidad en la cadena de comercialización, de acuerdo con el texto oficial.

LEE: El Gabinete volvió a reunirse en medio de la disparada del dólar blue

"La digitalización de la documentación y la mejora permanente en los datos sectoriales fortalece las tareas de control y fiscalización realizadas en forma coordinada por las distintas áreas del Estado para desarticular operaciones irregulares que no solo afectan el financiamiento de las políticas públicas sino que también perjudican a los actores que cumplen con las reglas", expresó la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, al referirse a las resoluciones.

Esas normativas forman parte de las medidas instrumentadas por las distintas áreas especializadas para mejorar las capacidades de fiscalización y se suman a la reciente incorporación de la carta de porte electrónica para el transporte de subproductos granarios.