Por Lucio Di Matteo

El congelamiento de las tarifas de luz y gas rige hasta el 17 de diciembre, tal como lo estableció el decreto de necesidad y urgencia 543, del 18 de junio pasado. La cercanía de esa fecha, menos de un mes, y la necesidad de generar un esquema tarifario nuevo cruzando una importante cantidad de datos, harán que esa medida de emergencia se extienda durante los últimos días de este año y los primeros tres meses (completos o no) del 2021.

En la entrevista concedida este miércoles a la señal de noticias A24, el presidente Alberto Fernández aseguró que "el aumento de tarifas no va a ocurrir en este año, será el año que viene". Aunque no especificó fecha, porque en Energía saben que se trata de un trabajo que le llevará algunos meses.

"El congelamiento tarifario es una decisión política. Como nos interesa mantener la capacidad de pago de la población, y la economía recién está empezando a recuperarse, lo más probable es que lo extendamos durante algunos meses", le confió a NA una importante fuente de la Secretaría de Energía. "Además, es muy probable que antes de la Revisión Tarifaria Integral (RTI) establezcamos un esquema tarifario de transición", agregó.

De acuerdo al esquema planteado por el secretario de Energía, Darío Martínez, el universo de consumidores residenciales se divide en tres grandes segmentos: los más humildes, que seguirán pagando tarifa social; la clase media, donde la política será aumentar la tarifa pero sin afectar los presupuestos familiares; y los ciudadanos de mayor poder adquisitivo, a quienes se les aplicará el mayor aumento.

Con respecto al segmento más bajo de la población, el 40% de los argentinos según la estimación de Energía, la política será mantener la tarifa social basándose en el uso de la base de datos de Anses, la misma que permitió determinar rápidamente quiénes eran los más de 9 millones de argentinos que necesitaban cobrar el Ingreso Familiar Extraordinario (IFE). En cuanto a los otros dos sectores, medio y alto, el secretario de Energía ya le solicitó un cruce de información a la titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Mercedes Marcó del Pont. Por ahora, en Energía siguen esperando.

Con respecto a la clase media, la política será que las tarifas acompañen la inflación general -el Presupuesto 2021 plantea que será del 29%- sin modificar el peso del gasto tarifario dentro de los presupuestos familiares. "La idea es que el aumento tarifario no sea mayor al de los ingresos familiares, así no se afecta la capacidad de consumo de las familias", aseguraron desde Energía.

En cuanto a la clase alta, tanto como en la clase media, en la secretaría que conduce Darío Martínez saben que dependen de la información que aporte la AFIP. "Hay personas de alto poder adquisitivo que están registrados como monotributistas, alquilan un departamento en Puerto Madero a nombre de la madre, pagan expensas importantes y tienen un auto de alta gama. Esos usuarios no deberían pagar la misma tarifa que la clase. Pero, para determinar quiénes son, necesitamos cruzar datos", contaron desde Energía.