El futuro energético de Argentina: hacia una balanza comercial positiva y un crecimiento sostenible
El director de Aleph Energy – Ecolatina, Daniel Dreizzen, dio a conocer un panorama muy positivo sobre el futuro energético del país. Aunque no exento de desafíos y problemas a resolver. La importancia de Vaca Muerta.
En el marco de la AOG Patagonia 2024, el director de Aleph Energy – Ecolatina, Daniel Dreizzen, fue invitado por el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas para presentar su análisis titulado “Energía y Transición Energética de Argentina al Mundo: Ideas, Contexto y Proyecciones”.
En su exposición, Dreizzen destacó que este año la balanza comercial energética del país será positiva por primera vez en 13 años, proyectando un crecimiento sostenido gracias al aumento de las exportaciones de petróleo y a la optimización de la producción en Vaca Muerta.
Su presentación abordó las oportunidades y desafíos que enfrenta Argentina en el contexto global de la transición energética, resaltando la importancia de la infraestructura y la inversión necesaria para consolidar al país como un jugador clave en el mercado energético mundial.
Según un análisis del director de Aleph Energy – Ecolatina, Daniel Dreizzen, “la energía ya está ayudando a la economía”. Este año, tras 13 años de déficit, la balanza comercial energética de Argentina presenta una proyección positiva, alcanzando los 4 mil millones de dólares (BUSD), con expectativas de crecimiento hasta 8 BUSD en 2025. Este cambio significativo en la economía del país se debe al aumento de las exportaciones de petróleo y la disminución de las importaciones de líquidos y gas natural licuado (GNL).
El Papel de Vaca Muerta
La transformación de la balanza comercial energética es posible gracias a la expansión de la producción en Vaca Muerta, que ha logrado llenar la capacidad de evacuación ociosa hacia mercados clave como Buenos Aires y Chile. Esta mejora en la infraestructura se ha visto respaldada por la construcción del gasoducto GNK y la reversión del gasoducto Norte, ambos financiados por el estado, así como el proyecto Duplicar+ de Oldelval en el sector del petróleo, financiado por el sector privado. Esta combinación de esfuerzos ha sido crucial para garantizar el transporte y la exportación de hidrocarburos.
Proyecciones Futuras
En el escenario de desarrollo hidrocarburífero medio proyectado por Aleph Energy, la balanza comercial podría alcanzar los 30 BUSD para 2030, impulsada por un aumento en las exportaciones de petróleo. En un escenario optimista, este valor podría casi duplicarse, llegando a cerca de 60 BUSD en 2035, gracias a la inclusión de un gran proyecto de GNL. “El camino está bastante claro en el petróleo: llegar a los puertos y exportar”, afirma Dreizzen. Sin embargo, la situación para el gas es más compleja, ya que implica una significativa inversión en infraestructura de transporte y licuefacción, así como la necesidad de establecer mercados rentables.
Inversiones Necesarias
Para lograr el escenario de crecimiento alto, se estima que Argentina requerirá inversiones de 208 BUSD durante los próximos ocho años, lo que implica un promedio de 26 BUSD anuales, el doble de lo que se invierte actualmente. De esta cifra, 121 BUSD ya están en marcha, lo que indica un avance en la planificación y ejecución de proyectos. No obstante, para que estas inversiones adicionales se materialicen, se necesita establecer condiciones de operación financiera “normales y estables”, lo que incluye la eliminación del cepo cambiario y la generación de confianza en el sector.
Desafíos en la Cadena de Valor
El desarrollo de la industria hidrocarburífera también requerirá un esfuerzo considerable a lo largo de toda la cadena de valor. Según Dreizzen, “los equipos de perforación y fractura en Vaca Muerta se duplicarían” para satisfacer la creciente demanda. Esta necesidad de expansión subraya la importancia de una planificación estratégica y de la colaboración entre los diferentes actores del sector.
La Visión Global sobre el LNG
A nivel global, el interés por el gas natural licuado (LNG) está en aumento, no solo como un puente hacia la transición energética, sino como una “autopista” que garantizará su relevancia en las próximas décadas. Dreizzen observa que el modelo de exportación de shale gas de Estados Unidos está en marcha, contribuyendo a la transformación de este recurso en electrones para el consumo mundial.
Un Mundo en Transición Energética
Aunque las energías renovables están en crecimiento, la transición energética a nivel global se desarrolla a un ritmo lento. En 2023, la participación de las fuentes carboníferas en la matriz energética mundial solo disminuyó en un 1%, pasando del 82% al 81%. A pesar de que Argentina representa solo el 0,8% de las emisiones globales, Dreizzen sugiere que el país podría desempeñar un papel crucial en la exportación de una transición energética, mediante la promoción de gas, energías renovables, litio e hidrógeno.
(Artículo realizado por el Servicio de Noticias de Canal 7 Neuquén).