El oficialismo logró hoy en la Cámara de Diputados firmar dictamen de mayoría a favor del proyecto de ley que crea un nuevo marco regulatorio de la Ley de Biocombustibles, el cual tendrá vigencia hasta 2030 y establece una reducción del 10 al 5% en el corte obligatorio para el biodiesel.

La Secretaría de Energía podrá reducir el corte hasta el 3% “cuando el incremento en los precios de los insumos básicos para la elaboración del biodiésel pudiera distorsionar el precio del combustible fósil en el surtidor, o ante situaciones de escasez de biodiésel por parte de las empresas elaboradoras”. 

En el caso del combustible elaborado a base de caña de azúcar, se fijó que el corte mínimo deberá ser del 6%, mismo porcentaje establecido para el bioetanol a base de caña de maíz.

Luego de tres horas de debate en un plenario de comisiones, el Frente de Todos logró que firmasen el dictamen 28 diputados de la comisión de Presupuesto y 21 diputados de la comisión de Energía.

No obstante, sobre el final de la reunión el diputado nacional Marcos Cleri (Frente de Todos) anunció que el oficialismo "va a hacerle una serie de modificaciones al proyecto que establece el marco regulatorio para los biocombustibles".

Despacho de minoría

Juntos por el Cambio no acompañó la iniciativa oficialista y en su lugar firmó su propio despacho de minoría por el cual propone prorrogar hasta el próximo 31 de diciembre de 2024, inclusive, la vigencia del actual "Régimen de Promoción para la Producción y Uso Sustentables de Biocombustibles".

Hasta que la nueva norma no sea aprobada por ambas cámaras y promulgada por el Poder Ejecutivo seguirá rigiendo el actual régimen de Biocombustibles, que lleva 15 años de vigencia y fue prorrogado hasta el 12 de julio próximo.

En el arranque del encuentro, el presidente de la comisión de Energía y Combustibles, Omar Félix, expresó que “es necesaria la presentación de un marco regulatorio que considere las nuevas realidades que tiene el sector, más las coyunturas que se presentan y dar previsibilidad y certeza a una actividad económica que queremos siga creciendo".

Por su parte, la diputada del Movimiento Popular Neuquino Alma Sapag anticipó su apoyo a la iniciativa en general, aunque señaló que "es importante considerar otros regímenes de promoción que se vienen impulsando desde el Gobierno nacional, que no deberían colisionar con este proyecto de ley".

Por el rechazo, el mendocino Omar de Marchi argumentó que "no estamos en épocas de serenidad macroeconómica, inclusive en el contexto internacional" para "alumbrar un nuevo régimen" de Biocombustibles.

"No conocemos el plan de desarrollo energético que el Gobierno intenta llevar adelante en la Argentina. Tampoco conocemos el plan económico. No sabemos qué quiere hacer el Gobierno con la energía en la Argentina", advirtió.

Potestad absoluta

El macrista alertó que con la norma propuesta se le otorga al Secretario de Energía "la potestad absoluta de elegir quién vive y quién muere en el sector de Biocombustibles" ya que "define el precio y puede aplicar sanciones", lo cual significa es que "puede eliminar a una empresa del mercado".

"El resultado de este esquema es la monopolización del mercado en el mediano y largo plazo", aseguró, y agregó: "De avanzar con este régimen se va conseguir la desinversión del sector. Solo las plantas de maíz van a bajar un 30% del trabajo que se hace en el sector. Me preocupan las fuentes de trabajo que se van a perder".

En representación de la UCR, la diputada Jimena Latorre señaló que "este proyecto que deroga la Ley 26.093, no tiene sustentabilidad, ni promoción de energías limpias".

"Si queremos hablar de continuidad de esta actividad y de crecimiento de la industria de los biocombustibles hay cosas que cambiar de este proyecto retrógrado. No podemos incumplir los compromisos internacionales que ha asumido nuestro país en materia ambiental si queremos ser un país creíble", cuestionó.

Para Latorre, "debemos salir de la puja petroleros versus productores de biocombustibles y mirar hacia dónde vamos".

La legisladora de la UCR consideró que se trata de un proyecto "retrógrado" que condena al sector a "un retroceso de 20 años y la falta de crecimiento para los próximos 15 años"

El diputado de Consenso Federal Alejandro ‘Topo’ Rodríguez se manifestó en oposición al proyecto: "Estamos en momento de definiciones, quiero insistir que se reflexione de la importancia de no bajar los porcentajes y los niveles de mezcla, ni en el caso del biodiesel, ni de bioetanol".