El productor tambero, Guillermo Draletti, se refirió a la situación que atraviesa el sector lechero y expresó que “somos el eslabón más débil de la cadena” asegurando que el trabajo en el tambo “es muy comprometido, no puede parar, no se puede dejar de ordeñar una vaca por más que nos bajen los precios, que nos aumenten los costos, que no se hagan los caminos que se necesitan o que no esté la infraestructura para sacar el producto”.

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En diálogo con Antonio Fernández Llorente en 990 Sin relato por La990, Draletti expresó que aún en una situación crítica la capacidad para elevar su reclamo se ve reducida, ya que “somos 12 mil también dispersos en 5 provincias” y “no nos juntamos bajo un techo para manifestar, es muy difícil hacer eso”, porque el trabajo en el tambo requiere de “estar todos los días”

El tambero manifestó su preocupación por el incremento en los costos de producción, señalando que “el tambo es un sanatorio en el medio del campo donde hay 200 parturientas y es altamente intensivo” y ahora que “todos los costos están subiendo y se hace difícil la comercialización mundial”. En ese sentido, remarcó que eso se puede ver en que “está muy alta la leche en polvo que es un parámetro mundial para el comercio internacional”.

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Draletti aseguró que “actualmente el litro de leche anda en los $37 según tranquera de tambo”, exhibiendo una gran diferencia entre lo que recibe el productor y lo que abona el público. A su vez, señaló que “la única ventaja que tiene la lechería es cobrar un poco más seguido que la cosecha, pero todo lo demás son desventajas y en general cuando hay a alguien a quien cargarle los problemas es al tambero”.