El Departamento de Justicia de EE.UU. denunció a Live Nation-Ticketmaster
La demanda contó con el apoyo de 30 fiscales generales estatales y de distrito.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una demanda antimonopolio contra Ticketmaster y su empresa matriz, Live Nation Entertainment, acusándolas de operar un monopolio ilegal en el sector de eventos en vivo.
La demanda, interpuesta en el tribunal federal de Manhattan con el apoyo de 30 fiscales generales estatales y de distrito, busca disolver lo que consideran un monopolio que elimina a los promotores más pequeños, perjudica a los artistas y aumenta los costos para los fanáticos mediante tarifas adicionales.
El fiscal general Merrick Garland declaró que es momento de restaurar la competencia y la innovación en la industria del entretenimiento, y disolver Live Nation y Ticketmaster. Según Garland, las tácticas de Live Nation incluyen amenazas y represalias para mantener un control firme sobre la industria, desde la promoción de conciertos hasta la venta de boletos, lo que se traduce en tarifas excesivas para los consumidores.
Jonathan Kanter, fiscal general adjunto de la División Antimonopolio del Departamento de Justicia, señaló que el objetivo es fomentar la competencia para que la industria de la música en vivo esté accesible para todos. Live Nation, por su parte, ha negado repetidamente las acusaciones de prácticas anticompetitivas y sostiene que la demanda del Departamento de Justicia no resolverá los problemas relacionados con los precios de los boletos y las tarifas de servicio.
Live Nation afirma que la mayoría de las tarifas de servicio se destinan a los lugares de los eventos y que la competencia externa ha reducido constantemente su cuota de mercado. La empresa asegura que defenderá su posición ante las acusaciones y continuará presionando por otras reformas en el sector.
La demanda del Departamento de Justicia argumenta que las prácticas de Live Nation incluyen contratos a largo plazo que impiden a los lugares de eventos optar por otros vendedores de boletos, además de bloquear a estos lugares de utilizar múltiples vendedores y amenazarlos con perder ingresos y público si no eligen Ticketmaster. También se acusa a Live Nation de represalias contra empresas que intenten competir en la promoción de artistas.
Esta acción es parte del enfoque agresivo de la administración Biden para aplicar leyes antimonopolio, que también ha incluido demandas contra otras grandes empresas tecnológicas como Apple, Google y Amazon. En marzo, el Departamento de Justicia demandó a Apple por supuesto monopolio en el mercado de teléfonos inteligentes.
Ticketmaster, que se fusionó con Live Nation en 2010, es el mayor vendedor de boletos a nivel mundial. Según su informe anual, la compañía distribuyó más de 620 millones de boletos en 2023, y aproximadamente el 70% de los boletos para los principales lugares de conciertos en Estados Unidos se venden a través de su plataforma. La empresa controla más de 265 lugares de conciertos en América del Norte y numerosos anfiteatros importantes.
En noviembre de 2022, Ticketmaster enfrentó una gran indignación cuando su sitio colapsó durante una preventa de boletos para la gira de estadios de Taylor Swift, debido a la alta demanda y a ataques de bots que compraban boletos para revenderlos. Este incidente llevó a audiencias en el Congreso y a propuestas de ley en legislaturas estatales para proteger a los consumidores.
La fusión de Live Nation y Ticketmaster fue permitida bajo la condición de que Live Nation no tomaría represalias contra los lugares de conciertos por usar otros servicios de venta de boletos durante 10 años. Sin embargo, en 2019, el Departamento de Justicia encontró que Live Nation había violado este acuerdo repetidamente, por lo que extendió la prohibición de represalias hasta 2025.
Ticketmaster ha tenido conflictos recurrentes con artistas y fanáticos a lo largo de los años. En 1994, Pearl Jam criticó a la compañía, aunque el Departamento de Justicia no presentó un caso. Más recientemente, los fanáticos de Bruce Springsteen se quejaron por los altos costos de los boletos debido al sistema de precios dinámicos de la plataforma.
La empresa también ha enfrentado disputas con sus competidores. En 2015, StubHub demandó a Ticketmaster y a los Golden State Warriors, acusándolos de exigir que los fanáticos usaran la plataforma de reventa de Ticketmaster, lo que aumentaba artificialmente los precios de los boletos e impedía que los consumidores eligieran cómo revenderlos.