El desequilibrio de las cuentas públicas alcanzó los $ 1,84 billones en los primeros nueve meses del año, en buena medida por mayores gastos debido a la pandemia de coronavirus, que superaron los $ 720.000 millones.

A esa cifra se llegó sin incluir los $ 1,17 billones de transferencias al Tesoro Nacional de utilidades contables del Banco Central (BCRA), según el Informe de Ejecución Presupuestaria de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).

El déficit primario de la Administración Pública Nacional, antes del pago de deuda, fue de $ 1,37 billones.

Cuando se le suman unos $ 473.976 millones de intereses, el desequilibrio financiero trepa a $ 1,848.719 millones.

De esos totales, a septiembre se devengaron alrededor de $723.213 millones de gastos asociados al COVID-19.

Por su parte, los programas sociales absorbieron $671.868 millones, lo que representó un aumento del 447% en términos reales.

La Oficina de Presupuesto del Congreso toma los datos devengados, mientras que el Ministerio de Economía lo hace en lo que se llama "base caja", por los pagos realizados.

Los fondos del BCRA lograron compensar en parte la caída que la recaudación tributaria del 12% interanual y los recursos provenientes de la Seguridad Social, que bajaron 12,7%.

Si se excluyen las utilidades giradas desde el BCRA, tanto de 2019 ($204.245 millones) como de 2020 ($1.172.000 millones), el total de los recursos cae 17,6% interanual en términos reales.

El informe señala que los gastos registraron un incremento del 9,4%, debido al crecimiento de las erogaciones primarias (21,9%), con motivo de las medidas adoptadas por el gobierno nacional en el marco de la emergencia sanitaria.

Los subsidios económicos alcanzaron los $ 419.181 millones en los nueve primeros meses de 2020.

Esto significa una suba en términos reales de 31,3% interanual.

Estuvieron conformados por el aumento en las transferencias al sector energético, por $ 331.887 millones, con una suba del 38,5% interanual, y los destinados al sector transporte, de $ 86.731 millones, que crecieron 11,9%.

Los gastos totales devengaron casi $ 5 billones, equivalentes al 65,7% del crédito presupuestario vigente.

Fueron impulsados por los gastos corrientes, que representaron el 66,6%.