El desempeño fiscal de 2021 podría ser mejor al establecido en el Presupuesto, que fijó un déficit primario equivalente al 4,5% del Producto Bruto Interno (PBI) debido a la combinación de una serie de factores que redundarán en una mayor actividad económica y un incremento de la recaudación. De esa manera, el resultado primario sería deficitario en cerca del 3,2%, menos de la mitad del rojo de 2020.

Para la consultora Quantum, las variables que pueden incidir en una modificación de las previsiones fiscales son “el efecto de factores tales como, el precio de commodities, el impuesto extraordinario a la riqueza, la evolución de los salarios públicos, jubilaciones y subsidios económicos”, que implicarían en conjunto una significativa mejora del resultado primario.

“Creemos oportuno revisar la sensibilidad de las proyecciones de recursos y gastos del gobierno nacional ante cambios en las variables macro, la evolución de la pandemia en el país y el efecto de medidas tributarias y relacionadas a las tarifas de servicios públicos”, señaló en ese sentido la entidad dirigida por el ex secretario de Finanzas, Daniel Marx.

En base al consenso de la mayoría de los analistas económicos, se espera para 2021 un crecimiento del PBI del 6,2% (principalmente por arrastre estadístico), una inflación del 48% y un déficit primario del 4,6% del PBI, frente a las proyecciones que para cada una de las variables el Gobierno fijó en 5,5%, 29% y 4,5%, respectivamente.

El déficit primario de 2021 podría ser menor al presupuestado y ubicarse en 3,2% del PBI

Sin embargo, Quantum presentó como “ejercicio” un nuevo escenario surgido de la consideración de los siguientes fenómenos:

  • Un crecimiento real del PBI (deducido el arrastre estadístico) del 0,4%, que representaría un impacto del 0,5% en los ingresos ligados a esa evolución de la economía (principalmente IVA y Ganancias al nivel nacional e Ingresos Brutos a nivel provincial).
  • Por el aumento del precio de las commodities desde inicio del año (soja 25%, maíz 20%) y a pesar de caída en los volúmenes, se podría esperar una mejor performance de la recaudación de derechos de exportación, lo que podría representar un aporte a los ingresos tributarios equivalente a otro 0,5% del producto.
  • El Aporte Solidario Extraordinario o “impuesto a la riqueza” podría incrementar la recaudación entre $200 mil y $330 mil millones, equivalente a 0,7% del PBI.
  • “Otra medida reciente que podría sumar a los ingresos fiscales de este año es la revisión del impuesto a las ganancias para empresas de mayor facturación”, indicó Quantum. El neto podría sumar $80 mil millones en la recaudación, que representaría un 0,2% del PBI.
  • Por el lado de los gastos, el principal supuesto de la consultora es una reducción de las erogaciones por la emergencia de la pandemia de coronavirus, con un efecto del 1,4% del PBI.
  • Dando por sentado que la inflación será mayor al 29% previsto por el Gobierno, otro supuesto sería el de aumentos nominales de salarios públicos y jubilaciones por debajo del índice de precios al consumidor. Si se tiene en cuenta que el sistema previsional es el principal componente del gasto público (cerca del 40% del total), también redundaría en una mejora del resultado primario, que Quantum estimó en un 0,3% del PBI.
  • A todas esas mejoras del resultado fiscal habría que contraponerlas con un incremento del gasto del 0,5% del PBI que se derivaría de un aumento de los subsidios, teniendo en cuenta que en un año electoral el Gobierno será remiso a un aumento significativo de las tarifas de servicios públicos.

“Son muchos los frentes por donde el Gobierno puede tener sorpresas”, señaló Quantum, que de todos modos advirtió que el resultado final dependerá de “la coordinación con los actores e implementación de la política de precios e ingresos”.