La caída de la actividad económica derivada de la pandemia de coronavirus y las restricciones operativas de la cuarentena otorgaron una mayor relevancia al aporte del Banco Central al financiamiento del Tesoro, al punto que pasó de representar el 3% del total en el trimestre marzo-mayo de 2019 al 40% en el mismo período de 2020, con lo que superó a la recaudación tributaria por primera vez en más de un cuarto de siglo.

“El Banco Central cobró un rol protagónico en el financiamiento del Estado nacional”, remarcó al respecto el economista José María Gasparín, en un análisis del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), en un contexto de “fuerte caída en los ingresos de la Administración Pública Nacional y con el acceso al mercado cerrado”.

Con un menor peso relativo de la recaudación tributaria y de los aportes y contribuciones de la seguridad social, el peso del financiamiento de la autoridad monetaria pasó a tener una relevancia pocas veces vista en los últimos años, con transferencias al Tesoro que entre marzo y mayo sumaron $800.000 millones.

No obstante, si se suman los adelantos transitorios que presupuestariamente se los considera “debajo de la línea” y no se los computan como ingresos, la asistencia total del BCRA fue de $910.000 millones, indicó Gasparín.

“Es importante destacar que estas transferencias eran muy bajas antes de iniciar las medidas de aislamiento y que fueron una respuesta directa de las necesidades fiscales generadas por la pandemia”, subrayó el economista del CIPPEC.

Esa suma fue determinante en el financiamiento del sector público en medio de la pandemia, si se tiene en cuenta que en el período marzo-mayo “los ingresos de la APN, cuando se excluyen las transferencias del BCRA, cayeron un 25% anual en términos reales”, con una tendencia a profundizase, ya que en mayo es deterioro “alcanzó el 36% anual”, indicó Gasparin.

El economista indicó en su análisis que “la caída de la recaudación fue generalizada” pero con distinciones tanto en su “intensidad e impacto temporal” según la fuente de ingreso de la APN.

Así, la recaudación tributaria explicó “el 60% de la caída en los ingresos desde marzo”, en tanto los de los aportes y contribuciones a la Seguridad Social otro 25%.

De esa manera, los ingresos tributarios pasaron de representan el 57% del total de los ingresos de la APN en el trimestre marzo-mayo de 2019 al 35% en el mismo período del año en curso, en tanto los recursos de la seguridad social cayeron en el mismo lapso del 30% al 19%.

En ambas caídas tuvo una incidencia central la caída de la actividad económica, reflejada en el deterioro del 11,5% del EMAE (Estimador Mensual de la Actividad Económica) de marzo, que en abril y mayo “habría sido considerablemente mayor”, acotó Gasparín.

Asimismo, en la baja de los Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social gravitaron “la reducción en el número de trabajadores formales, la postergación de los aportes y contribuciones a la seguridad social para las PyMES, la exención del pago al sector salud, la imposibilidad de pago de algunos sectores”, entre otros factores.