El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, concurrirá a la reunión con los ministros del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y de Economía, Martín Guzmán, con un dato que conecta dos situaciones que preocupan tanto en el orden nacional como el porteño: el recorte de recursos de Coparticipación al distrito ya lleva acumulados 537 millones de dólares y hubiera alcanzado para adquirir casi 54 millones de dosis de la vacuna Sputnik V, suficientes para vacunar nueve veces a toda la población porteña con las dos dosis requeridas.

El cálculo fue realizado por la consultora Aerarium, dirigida por Paulino Caballero y Guillermo Giussi, dos ex funcionarios del Ministerio del Interior durante la gestión de Rogelio Frigerio, y ya está a disposición de los colaboradores de Rodríguez Larreta de cara al encuentro previsto para esta tarde.

La entidad destacó el volumen del recorte y lo relacionó con la necesidad de proveerse de vacunas, al poner de relieve el contraste en la evolución de las transferencias por coparticipación, cuyo promedio general de 101,4% de crecimiento nominal (38,6% real) en doce meses esconde dos realidades contrapuestas: las 23 provincias aumentaron 107,8% y la Ciudad de Buenos Aires cayó 19,1%.

La caída de las transferencias al distrito porteño (que en términos reales fue del 44,3%, deducida la inflación del período) es la consecuencia del recorte dispuesto por el presidente Alberto Fernández en septiembre del año pasado, razón por la que la Ciudad, que recibía el 3,5% de coparticipación, pasó a percibir el 1,4% este año.

“Las modificaciones en el marco normativo generaron que durante abril la pérdida de recursos para el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ascienda a un nuevo récord de $8.019 millones, llevando a $46.173 millones el acumulado desde septiembre”, indicó Aerarium en su análisis.

El argumento de la Ciudad: el recorte de Coparticipación alcanza para comprar 54 millones de vacunas

La consultora señaló que ese monto es equivalente a “US$85 millones durante el mes de abril y US$537 millones para todo el período, monto que le hubiera permitido al GCBA adquirir casi 54.000.000 de dosis de Sputnik V, suficientes para vacunar 9 veces a la población porteña con las dos dosis requeridas”.

El significativo crecimiento de 101,4% de las transferencias por coparticipación se debe a que “la comparación se realiza contra el período más estricto de cuarentena, momento en cual la economía, y consecuentemente la recaudación tributaria y la coparticipación, afrontaron su caída más crítica”. En valores absolutos, las transferencias a los 24 distritos fueron de $265.459 millones, con un incremento de $133.668 millones respecto a lo ingresado en el mismo mes de 2020.

La Ciudad de Buenos Aires cuenta con aproximadamente el 6,5% del total de la población de la Argentina y aporta alrededor del 15% del Producto Interno Bruto, pero el nuevo esquema de distribución de recursos coparticipables le asigna un 2,38%, inferior al 5,70% que percibió hasta septiembre de 2020.

Si bien la ley 27.606 establece un 1,40% de la Coparticipación para la ciudad, ese porcentaje no se calcula de la misma manera que las 23 provincias, sino directamente de la distribución primaria correspondiente a la Nación, razón por la que ese 1,40% es equivalente al 2,38% si se lo computa en relación con el resto de los distritos.

A partir del año en curso, los recursos destinados a CABA por Coparticipación pasaron a ser equivalentes al doble de lo que se le otorga a Tierra del Fuego (cuya población es veinte veces menor), la mitad de lo que se le asigna a Chaco, Entre Ríos o Tucumán y nueve veces menos que lo percibido por la provincia de Buenos Aires.

El argumento de la Ciudad: el recorte de Coparticipación alcanza para comprar 54 millones de vacunas

El tratamiento que recibe la Ciudad de Buenos Aires dentro del Régimen de Coparticipación Federal de Impuestos es diferente al del resto del país debido a que cuando se sancionó la ley 23.548, en enero de 1988, la entonces Capital Federal no contaba aún con autonomía, al igual que el Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.

La ley establece dos instancias en el reparto de recursos: la distribución primaria, que indica los porcentajes asignados a la Nación y a todas las provincias, y la secundaria, que dentro de estas últimas precisa cuánto le corresponde a cada una.

Tierra del Fuego alcanzó la autonomía en 1991 y la Ciudad de Buenos Aires en 1996, pero su tratamiento en cuando a la asignación de recursos coparticipables no fue el mismo: Tierra del Fuego pasó a formar parte del lote de provincias dentro de la distribución secundaria, pero el porcentaje de CABA no se tomó de esa masa sino de la correspondiente a la Nación en la distribución primaria. Por tal razón, los porcentajes asignados a CABA deben ser recalculados si se los quiere comparar con el de cada una de las 23 provincias.

El 3,50% vigente hasta el 15 de septiembre del año pasado es equivalente al 5,70%, el 2,32% dispuesto desde entonces y hasta el 31 de diciembre representó en los hechos un 3,78% y finalmente el 1,40% que volvió a regir el 1° de enero es en realidad un 2,38%.

Los porcentajes asignados a CABA, a diferencia de los correspondientes a las provincias, pudieron ser modificados cuatro veces en los últimos cinco años porque no forman parte de la ley 23.548 sino que se los dispuso por decreto, precisamente por la ya señalada declaración de autonomía posterior a la sanción de la Coparticipación.

Ese status cambió con la aplicación de la nueva asignación por ley, pero aún subsisten las diferencias: la Coparticipación establecida en 1988 es una ley convenio y para su modificación se requiere el acuerdo unánime de las 25 partes (la Nación, las provincias y la Ciudad de Buenos Aires) y la adhesión de las 24 legislaturas, trámite que no es necesario en el caso de querer modificar la ley 27.606.