Los subsidios que el Estado nacional otorgó a sectores económicos, empresas públicas y fondos fiduciarios ascendieron en enero a $23.451,9 millones, con un incremento del 501,1% respecto del mismo mes del año pasado, en el que las transferencias habían sido inusualmente bajas al no concretarse giros a la principal receptora, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) en tiempos de recambio presidencial.

La información fue aportada por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) y, más allá de la salvedad de tener como base de comparación un mes con transferencias menores a las habituales, representa un toque de atención para el Ministerio de Economía, en su propósito de atenuar el peso de los subsidios en el déficit fiscal.

Al respecto, el Presupuesto prevé para 2021 un gasto total de subsidios económicos de $1.143.423 millones, un 44,9% más que los 789.248 millones desembolsados en 2020, aunque debe advertirse que, al igual que la mayoría de las partidas presupuestarias, los gastos finalmente ejecutados superan ampliamente a los originales, principalmente por efectos de una inflación no contemplada en el proyecto oficial.

De los $23.451,9 millones del total de subsidios de enero, correspondieron a las transferencias para financiar gastos corrientes (subsidios propiamente dichos) $22.920,7 millones, el 97,7% del total, en tanto los $531,2 millones restantes fueron para el financiamiento de gastos de capital.

Las transferencias a CAMMESA fueron las que más aumentaron, si bien no puede tomarse un porcentaje ya que la base de comparación es cero, al igual que todo el resto del sector energético, al que se destinaron $15.786 millones.

El año empezó a puro subsidio: en enero, el aumento interanual fue del 501,1%

Ese monto se distribuyó entre $15.100 millones para CAMMESA ($15.100 millones), $628,3 millones para el Fondo Fiduciario para Subsidios de Consumos Residenciales de GLP de Sectores de Bajos Recursos y a la Expansión de Redes de Gas Natural y $ 57,4 millones al Plan Gas no Convencional.

Los subsidios al transporte totalizaron $5.991,8 millones (+65,8%), de los cuales $5.787,1 millones se destinaron al Transporte Ferroviario.

De esa suma, $5.209 millones fueron para la empresa pública Operador Ferroviario S.E. y $578,1 millones a la empresa privada Belgrano Cargas y Logística S.A., en tanto se destinaron $204,7 millones a empresas de transporte aerocomercial, incluyendo la Empresa Argentina de Navegación Aérea S.A.

Por otro lado, las empresas públicas no vinculadas al transporte ni a la energía demandaron transferencias para sus gastos de funcionamiento por $1.077,8 millones, $877,8 millones más que en enero de 2020 (+438,9%), de las cuales $550 millones se destinaron a ACUMAR, $410 millones a Radio y Televisión Argentina S.A. y $115,8 millones a Télam.

Las transferencias corrientes realizadas durante 2020 a empresas al sector industrial llegaron a $65 millones (de los cuales la mayor parte se destinó a la Fábrica Argentina de Aviones General San Martín y una parte menor a TANDANOR S.A.).

En tanto, las erogaciones para el financiamiento de gastos de capital de empresas públicas, fondos fiduciarios y el sector privado tuvieron un incremento del orden del 503,4%. con respecto al mismo mes de 2020.

En términos nominales, se ejecutaron $531,2 millones, en su mayor parte destinados a la empresa Operador Ferroviario S.E., al ACUMAR y a Agua y Saneamientos Argentinos S.A.

El año empezó a puro subsidio: en enero, el aumento interanual fue del 501,1%

Los subsidios a sectores económicos comenzaron a aplicarse en forma masiva a partir de 2002, luego de que con la derogación de la ley de Convertibilidad quedaron sin efecto los contratos de tarifas dolarizadas de las empresas de servicios públicos.

Desde entonces, hubo un largo período de congelamiento o aumentos atenuados de tarifas que se extendió hasta diciembre de 2015, cuya contracara fue un incremento de la factura de subsidios a niveles que en algunos años llegaron a superar a todo el déficit primario.

Esa tendencia se revirtió entre 2016 y el primer trimestre de 2019, con un considerable aumento de las tarifas y una caída de los subsidios en términos reales. Desde entonces, en consonancia con un nuevo período de congelamiento tarifario, los subsidios volvieron a subir.