Más allá de la inflación y la fluctuación monetaria, el 65% del empresariado en Argentina está preocupado por el déficit de trabajadores calificados para el desarrollo productivo.

La limitación acarrea consecuencias negativas en el retraso de la inversión en nuevos productos, reduce la capacidad de producción y afecta el aprovechamiento de nuevas oportunidades de negocios.

La escasez de oferta de mano de obra calificada pone a las compañías en situación de tener que invertir en la formación para mejorar las habilidades de los trabajadores existentes. Pero apenas el 20% afirma estar efectivamente invirtiendo en la formación y capacitación de sus empleados.

El dato se desprende de una investigación desarrollada en Argentina, Brasil y México por Salesforce y la consultora Morning Consult, que recopila la opinión de 450 líderes acerca de los factores externos que impactan negativamente en las empresas.

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Sin que aún la incorporación plena de inteligencia artificial sitúe sobre el tapete la distancia que se abrió entre el salto tecnológico y el nivel de preparación de los recursos humanos para incorporarla en las organizaciones, el desarrollo del talento y cómo ayudar a prosperar a las economías de Latinoamérica se instaló en la agenda de los estrategas de la actividad productiva.

La inteligencia artificial puede mejorar la productividad en las empresas entre un 25 y un 40% y el valor del mercado de esta tecnología superará los USD 300.000 millones en 2025, según la estimación de Jorge Lukowski de Neoris.

Pero para llegar a ese resultado, la condición es que se combinen la IA y la creatividad de los profesionales que, asociados, potencia la imaginación, el talento y los skills propios para avanzar hacia la eficiencia, calidad, innovación y productividad en el trabajo.

El retraso en la capacitación de los empleados actuales, no sólo afecta la calidad del trabajo sino que aumenta la carga laboral, promueve el ascenso y el aumento en las remuneraciones a personas que no están capacitadas para asumir esos roles por lo que no logran brindar un buen servicio.

Un sector que se ve muy afectado por este problema es el de la tecnología, donde existe un déficit anual de 15.000 puestos capacitados, según la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI).

De acuerdo con los datos de OPSSI, en el primer semestre de 2023 la tasa de rotación de talento en el sector fue del 16% y la tasa de deserción del 11%, lo cual muestra una fuerte desaceleración con respecto al mismo semestre de 2022, cuando los valores habían sido del 21% (rotación) y 16% (deserción).

Es así como para octubre, las empresas de la industria tecnológica proyectaron que la mediana salarial para el rubro IT alcance los $660.000, lo que supone un aumento del 26% respecto de julio.

Alejandro Anderlic, director de Asuntos Gubernamentales y Políticas Públicas para Salesforce en América Latina, comenta: “La realidad nos interpela y requiere que tomemos acción inmediata. Por eso es clave que las empresas de tecnología y nuestros ecosistemas trabajemos junto a los gobiernos, la academia y la sociedad civil para resolver el desafío del ‘futuro del trabajo’, que no es a futuro sino hoy. En la economía digital hay miles de puestos vacantes y muchos otros por crearse; y hay cantidades de ciudadanos que pueden ser entrenados para cubrirlos".