El economista Aldo Abram advirtió que postergar un acuerdo con el FMI sería "muy peligroso" para la Argentina, y consideró que si el gobierno propone "condiciones lógicas, la firma del programa con el organismo saldría enseguida".

El presidente Alberto Fernández dijo que los acreedores deberán "esperar", para poder priorizar el combate contra la pobreza, mientras esta semana realizará una gira por Europa en la que buscará respaldos para un acuerdo con el Fondo Monetario.

Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso, alertó que dilatar ese acuerdo podría producir un "incremento de la percepción de riesgo de la Argentina que es muy peligrosa para la economía, fundamentalmente para tratar de mantener la posibilidad de recuperación".

"Si planteamos condiciones lógicas, el acuerdo sale el otro día, pero el problema es que dentro de la alianza de gobierno no quieren condiciones razonables que estén dentro de las posibilidades del FMI", sostuvo Abram en declaraciones a NA.

Advirtió que el gobierno "debe entender que no puede violentar los estatutos del FMI, y obviamente el organismo no está dispuesto a hacerlo", al criticar la intención del kirchnerismo de obtener un plazo de pago superior a diez años. 

Consideró que si el gobierno "aceptara un acuerdo de facilidades extendidas a 10 años incluso podría tener tasas más bajas y un plazo de gracia razonable".

Dijo que la prioridad del FMI es evitar que la Argentina "caiga en un default, porque hay que recordar que es un porcentaje importante de su cartera de crédito lo que adeuda el país", unos US$ 45.000 millones.

"No se puede entender que haya parte de la alianza de Gobierno que quiera que el Fondo Monetario violente sus estatutos", señaló.

Por otra parte, estimó que la recuperación económica "va a depender de lo duro que golpee la segunda ola del Covid y de las restricciones al nivel de actividad que tenga que poner el gobierno".
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Inflación.
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Sobre la evolución de la inflación, Abram dijo que el nivel de alrededor del 16% en el primer cuatrimestre "ha sido muy alto, y está reflejando la fuerte depreciación del peso que hubo el año pasado".

Pero destacó que la emisión del Banco Central disminuyó: "Si se emite menos, hace que haya menos depreciación del peso, y habrá obviamente menos presiones inflacionarias hacia adelante", señaló.

Dijo que para contribuir a bajar el costo de vida, el Banco Central "está haciendo que el tipo de cambio oficial se mantenga, y en la medida que el dólar oficial suba poco, subirán menos los precios".

Igual, planteó sus dudas sobre lo que ocurrirá tras las elecciones legislativas de noviembre próximo.

"Tras las elecciones van a venir meses en los que veremos que la suba del tipo de cambio oficial se acelera, y lo mismo ocurrirá con la inflación", proyectó.