El presidente de la Bolsa de Comercio, Adelmo Gabbi, se expresó en duros términos contra la política económica del gobierno nacional, al criticar el intervencionismo del Estado en el sistema de precios y la continuidad de un elevado déficit fiscal financiado con emisión monetaria.

De la misma forma apuntó al verticalismo como método de conducción política y destacó “al mérito” como un camino “y no como un problema”.

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Gabbi formuló estos conceptos en su discurso en el acto central por el 168° Aniversario de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, que se realizó en la sede de la entidad en forma presencial luego de dos años.

Con referencia al actual proceso inflacionario, el titular de la BCBA aseveró: “Quienes impulsan las medidas de precios máximos desalientan al productor, o al proveedor o al ahorrista, a producir o ahorrar más”.

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“La causa de la inflación se conoce desde hace siglos, y es la suba sostenida y persistente de todos los precios de los productos que compramos, como así también, el resultado de que la masa monetaria aumenta más rápidamente que la producción de esos productos”, afirmó Gabbi. Y añadió: “Esto sucede cuando el gobierno financia el déficit fiscal con emisión monetaria o con emisión de deuda, que no es otra cosa que prolongar el problema hacia adelante”.

Apuntando a las divisiones políticas y la intención de imponer ideologías señaló que  “ya no tiene mucho sentido la autoridad vertical a la fuerza, la imposición de ideas doctrinarias que solo invocan una cuestión de fe.

“El mérito es un camino y no un problema. Las sociedades que avanzan son aquellas en las cuales los hijos viven mejor que sus padres y no aquellas, como la nuestra, en las que todo tiempo pasado parece que fue mejor”, enfatizó.

En ese sentido exhortó a “no perder tiempo en discusiones ideológicas que perturban el crecimiento y desarrollo de la Argentina”.

Respecto a la situación de las empresas afirmó que “están lo suficientemente solventes como para permitirnos pensar en una reversión de expectativas”.

El presidente de la Bolsa sostuvo que “las empresas no están endeudadas, son rentables, solo que el Estado, al querer sobre regular las variables económicas, le ocasiona desequilibrios a la actividad privada interrumpiendo sus importaciones o sus exportaciones o aumentando la carga impositiva para sostener su alto gasto público”.

Gabbi aseguró que “los inversores no confían en el país pero sí en nuestras empresas”.