La Argentina quedó afuera del radar de inversiones mundiales tras la decisión de Morgan Stanley de rebajar su ponderación de mercado en el índice MSCI, advirtió el economista Diego Martínez Burzaco.

Estimó que el país demorará "entre cinco y seis años" en recuperar la confianza internacional de los inversores.  

"Hubo una degradación de dos escalones cuando se esperaba uno solo. Al clasificarnos como mercado independiente (standalone), nos deja en una categoría en la que no se fijan los inversores internacionales, porque no hay fondos que repliquen ese índice", explicó Martínez Burzaco en declaraciones a la agencia Noticias Argentinas.

El jefe de Research de la plataforma de inversiones Inviu señaló que "ni los fondos privados, ni institucionales, ni los más especulativos toman posicionamiento en mercados independientes. Es decir que la decisión nos hace salir del radar del mundo inversor global".

Señaló que la decisión del MSCI de bajar de la categoría de mercado emergente a la de "standalone", mete en términos de mercado de corto plazo "presiones en las cotizaciones de precios, bonos y el dólar".

Aclaró que "tampoco había muchos inversores en el mercado local pensando en fugar capitales, porque ya estaban afuera, no van a seguir saliendo".

"La decisión es muy mala porque significa estar un paso más alejado de la comunidad internacional de crédito, tanto para la necesidad de deuda soberana, como para las empresas", alertó.

Recordó que "ya había restricciones grandes para invertir en la Argentina, y alejar aún mas las inversiones nos limita el crecimiento económico, por tener acceso nulo al mercado de crédito, lo cual es una combinación muy complicada".

El economista señaló que "recuperar la confianza de los inversores llevará, entre cinco y seis años aproximadamente aunque nadie puede precisarlo, y esta es la desesperanza más grande del mediano plazo".

Consideró "falso" que la recategorización solamente perjudique a los inversores especulativos, como indicaron algunas analistas.

"Es falso porque no hay tal enfrentamiento entre el mercado financiero y la economía real. Al contrario, son complementarios, porque por el sector financiero se canalizan inversiones que pasan a los proyectos de producción", indicó.

Sostuvo que "nadie tiene la respuesta sobre cuándo volverán los inversores, porque hay un problema de reputación importante, y para motorizarlos se necesitan reglas de juego claras y estables".

Criticó, además, la política de controles cambiarios que motivaron la decisión del MSCI.

Advirtió que la inversión en el país "ni siquiera repone la amortización de capital, con lo que la Argentina, sin crédito, está atrapada en su propio laberinto".

Dijo que "está claro que el gobierno no le presta demasiada atención al tema financiero, y que no está en el centro de la escena de su agenda, ya que no intenta interactuar con los mercados para generar un clima de confianza".

"Esa es una visión negativa, porque el Gobierno debería tomar nota de la decisión del MSCI y tratar de mejorar la situación. Pero la no reacción es lógica en términos de la política oficial", señaló Martínez Burzaco.