Advierten que la dolarización sería tan desastrosa para Argentina como lo fue para Ecuador
"La desigualdad creció de una manera abismal y vino una estampida migratoria enorme, salieron millones de ciudadanos del país", advirtió un ex ministro de Rafael Correa.
Poco antes de la llegada del presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, para reunirse con su par Alberto Fernández, el domingo que viene, el ex secretario nacional ecuatoriano de Planificación y Desarrollo en el gobierno de Rafael Correa, René Ramírez, estuvo en Buenos Aires y advirtió que si se dolariza la economía, como se hizo en su país y se debate sobre si hacerlo en Argentina, las consecuencias son que se pierde soberanía, hay una emigración masiva y el poder recae en la banca privada.
El economista, que dio una charla en Buenos Aires en la que comparó la dolarización en su país con las chances de que eso ocurra en Argentina, indicó que "no es una buena idea, los Estados y los gobiernos pierden soberanía".
Su alocución se dio en el marco de una polémica que se originó a partir de la presentación del proyecto en el Congreso que realizó el diputado puntano por la UCR, Alejandro Cacace, y de la creciente inflación que parece imparable.
Licenciado en Sociología Económica, Ramírez, quien también fuera ministro de Educación Superior, Ciencia y Técnica en Ecuador, expresó que "a veces uno ve el resultado final, puede que haya estabilidad de precios, pero los costos son altísimos, mucho más altos que los que existen en este momento en Argentina".
"En Ecuador, cuando se produjo la dolarización, estaba Jamil Mahuad, que venía de un proceso de congelamiento de dinero, parecido al corralito en Argentina (ocurrido durante la gestión del ex-ministro de Economía Domingo Cavallo, autor intelectual de esa medida, que le pidió el gobierno de Quito), sostuvo durante una entrevista en el programa "Ahora o nunca: el espacio de la educación" por radio Cooperativa.
Mahuad, un abogado y político ecuatoriano, había llegado a la presidencia de su país el 10 de agosto de 1998, prometiendo el fin de la inestabilidad política que venía precediendo a su gobierno, sin saber que esa inestabilidad y el descontento social se intensificarían durante los dos años siguientes; al comenzar el siglo 21.
Así fue como el responsable de la dolarización del país, fue obligado a dejar su cargo.
Explicó Ramírez que "en la Constituyente de 1998 en Ecuador, a fin de preparar la posibilidad legal de la dolarización, se establecieron ciertos artículos para que se pudiera salvar a los bancos, pero ya se estaba preparando el proceso de conversión".
Afirmó que fue una decisión de índole político, de grupos económicos muy poderosos y concentrados, que condujeron a perder la soberanía monetaria.
"Obviamente, con la dolarización, el papel que tienen los bancos centrales de emitir dinero pasa a un segundo plano y los que empiezan a tener poder de lo que suele hacer el Banco Central son los responsables de la banca privada", concluyó.