En un plenario de comisiones, la Cámara de Diputados firmó hoy por unanimidad en un plenario de comisiones el dictamen a favor del proyecto del régimen de inclusión fiscal para pequeños contribuyentes, que busca regularizar la situación de monotributistas y "suavizar" el pase al régimen general de autónomos.

La iniciativa ya había sido debatida previamente en reuniones informativas del plenario conjunto de Presupuesto y Hacienda, y Legislación del Trabajo, por lo que este jueves los legisladores se limitaron a dar a conocer el sentido de su voto a viva voz.

De esta manera, la iniciativa ya está en condiciones de ser votada en el recinto y probablemente dicha sesión ocurra en el corto plazo dado que reúne un consenso unánime de todas las fuerzas políticas.

Para permanecer en el sistema simplificado, los pequeños contribuyentes deberán demostrar que sus ingresos no se excedieron en más del 25% el límite superior de la categoría que les corresponde del monotributo.

Además, para poder permanecer en el régimen de monotributo, los contribuyentes deberán "abonar la suma que resulte de detraer del impuesto integrado, los aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y los aportes al Régimen Nacional de Obras Sociales", indica el proyecto.

Otro de los requisitos es "ingresar en concepto de impuesto integrado un monto adicional que se determinará en función de multiplicar el coeficiente de 0,1 sobre la diferencia
entre los ingresos brutos devengados y el límite superior de ingresos brutos de la máxima categoría que corresponda".

En cuanto al "puente" que busca establecerse entre el régimen de monotributo y el de autónomos, el proyecto prevé beneficios para los pequeños contribuyentes cumplidores que, no obstante encontrarse suspendidos en el régimen de monotributo, se incorporen voluntariamente al Régimen General.

El beneficio solamente aplicará a los contribuyentes cuyos ingresos no hayan superado en más de un 25% el tope estipulado para la categoría en que están inscriptos.

Entre los beneficios se incluye un crédito fiscal de 17,35% que se descontara del Impuesto al Valor Agregado "por las compras de bienes, locaciones o prestaciones de servicios
gravadas".

También se otorgará "un importe equivalente a una doceava parte de la suma que resulte de aplicar el CINCUENTA POR CIENTO (50 %) de la alícuota del Impuesto al Valor
Agregado que le hubiera correspondido al o a la contribuyente sobre el límite superior de ingresos brutos correspondiente a la categoría máxima".

A su vez, se incorpora "como gasto deducible de la categoría de renta que le corresponda, una suma equivalente al OCHENTA Y DOS CON SESENTA Y CINCO POR CIENTO (82,65 %) del monto total facturado por responsables inscriptos e inscriptas en el Impuesto al Valor Agregado en concepto de compras de bienes, locaciones o prestaciones de servicios".

Otro beneficio es el otorgamiento de "una deducción especial en los términos del artículo 85 de la Ley de Impuesto a la Ganancias, texto ordenado en 2019 y sus modificaciones, por un importe equivalente al CINCUENTA POR CIENTO (50 %) del límite superior de ingresos brutos correspondiente a la máxima categoría.

La semana pasada, la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Ponto había defendido la iniciativa en el plenario de comisiones.

La funcionaria explicó que el régimen de monotributo "no estaba funcionando de forma equitativa" y que además había un salto muy fuerte para pasar al régimen general, lo cual
desincentivaba el pase de un régimen a otro.

"Para el que venía del monotributo pasar al régimen general era un salto al vacío, una carga sensiblemente más alta", señaló.

En este sentido, explicó que se trabajó mucho en un "puente" que sea más fácil de afrontar, con subsidios y créditos fiscales a favor para los contribuyentes cumplidores que
voluntariamente se pasen al régimen general.

"Lo que tenemos que esperar es que lo normal sea el régimen general y no el de monotributo", expresó.