El déficit primario continúa en niveles elevados, pero en los últimos meses hubo una significativa reducción en la brecha entre la evolución de los gastos y de los ingresos, que profundizará su disminución en el corto plazo a medida que el "desarme de las políticas de emergencia" surta efecto en el resultado fiscal.

El Instituto de Trabajo y Economía (ITE) de la Fundación Germán Abdala destacó que por efecto de un mayor gasto y una caída en los ingresos reales a partir del inicio de la pandemia de coronavirus y las restricciones a la actividad económica que implicó el aislamiento social, la brecha en la evolución de gastos e ingresos del sector público nacional se elevó a niveles preocupantes.

Sin embargo, a partir de junio, luego del impacto inicial de la pandemia, ITE observó "casi de forma ininterrumpida" una recomposición "de la mano de los impuestos sobre los ingresos, restando aún que dinamice la recaudación vinculada al consumo (IVA), mientras el gasto primario mantiene un considerable crecimiento en términos reales".

"Si bien los ingresos se mantienen muy por debajo de la evolución del gasto primario, la brecha en las variaciones anuales comenzó a acercarse", indicó la entidad, tras señalar que en mayo hubo una brecha de 95 puntos porcentuales entre el incremento interanual del 97% en el gasto primario creciendo al 97% y de tan solo 2% en los ingresos.

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Déficit: la brecha entre gastos e ingresos se redujo 68 puntos en cinco meses

Déficit: evolución de los gastos y los ingresos

Cinco meses después, aunque se mantiene el resultado deficitario, la brecha se redujo 68 puntos porcentuales, con una diferencia de 27 puntos entre el aumento interanual del 55% en el gasto y del 28% en los ingresos.

"A pesar de esa mejora, la brecha en el crecimiento a favor del gasto se mantiene en valores considerables respecto de la evolución de los últimos años, aunque se espera que en los dos meses que quedan retorne a los umbrales históricos a partir del gradual desarme de las políticas de emergencia", señaló el ITE.

Al respecto, indicó entre los factores que incidirían en una profundización de la mejora del resultado fiscal la desactivación del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), así como el final del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que, si bien serán reemplazados por otras iniciativas, el desembolso de recursos que demandará del Estado será menor.

ITE trazó un paralelo con "la salida de la crisis de 2001 con el Plan Jefes y Jefas, que derivó en el Plan Familias por la Inclusión Social y el Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo" y que en la actualidad "lo que el gobierno busca es mantener un nivel de beneficio similar al del IFE (alrededor de $10.000) pero reduciendo significativamente la población alcanzada" que fue de casi nueve millones de personas.

Por otra parte, la entidad precisó que, según sus mediciones, en octubre "la economía se contrajo un 4,1% respecto del mismo mes de 2019, siendo el séptimo mes de impacto negativo por la pandemia COVID19".

"En los primeros diez meses de 2020 se registra una caída anual de 9,4%. Mientras tanto, el indicador en términos mensuales sin estacionalidad presentó un crecimiento de 1,2% respecto a septiembre". completó.

El ITE destacó que "la oferta viene creciendo de manera errática, pero con crecimiento al fin, sobre todo acompañada por inversiones en construcción y maquinaria y equipos".

Pero también advirtió que "el consumo no logra repuntar y esto viene de la mano de una caída sostenida de los ingresos reales, agravado por la aceleración de la inflación que se vio en octubre".