Cuatro ministros fueron los anfitriones de un grupo de empresarios y la cúpula de la CGT en un nuevo capítulo del plan de Gobierno para lograr cohesión interna ante la presión de la comunidad internacional por el acuerdo con el FMI.

La agenda original tenía como tópico central transmitir de primera mano la presentación que se realizó ayer ante los gobernadores, además de diseñar un sendero de precios y salarios que permita la recuperación del poder adquisitivo de las remuneraciones en el sector privado.

La convocatoria estuvo encabezada por los ministros de Economía, Martín Guzmán, de Agricultura, Julián Domínguez, y de Desarrollo Social, Juan Zabaleta. Pero además, la feroz tercera ola de Covid obligó a sentar a la mesa a la ministra de Salud, Carla Vizzotti, para analizar el impacto de la pandemia en empresas y en la fuerza laboral.

También participó en la reunión el subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Economía, Rodrigo Ruete.

En representación del sector empresario estuvieron presentes Antonio Aracre (Syngenta); Laura Barnator (Unilever); Daniel Herrero (Toyota) y Verónica Marcelo (Natura). Por parte de sector sindical, participaron el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Héctor Daer; el secretario general del Sindicato de Seguros; Jorge Sola; el secretario general de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), Andrés Rodríguez; y de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló.

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Según algunos estudios privados, el ausentismo en las compañías ya alcanza al 20% de las plantillas y amenaza con expandirse en los próximos días.

En la charla  Guzmán insistió con los lineamientos expuestos en la víspera, aunque en este caso haciendo hincapié en que el FMI aceptará incluir entre las herramientas para frenar la inflación un acuerdo de precios y salarios.

El ministro considera un logro muy importante del Gobierno nacional el hecho de que el organismo aceptó que la suba de precios en la Argentina es “multicausal”.

De allí que pretende alcanzar un “pacto social acotado” a empresarios y trabajadores que juegue a favor de coordinar las expectativas inflacionarias.

Asimismo, no perdió la oportunidad para recalcar que es imprescindible lograr una unidad de la sociedad argentina para hacer frente a los planes de ajustes que quiere imponer la línea técnica del FMI.

La primera reacción de los mercados a la jugada del Gobierno fue negativa con una depreciación de los bonos que elevó al riesgo país a la zona de 1800 puntos.

Tras la reunión, Héctor Daer, uno de los miembros del triunvirato que comanda la CGT, anunció el respaldo de la central obrera a la posición del gobierno.

“Somos conscientes de las dificultades y acompañamos la posición de que no puede haber un plan que genere recesión  y que genere mayor pobreza”.

El sindicalista se pronunció a favor de acordar un plan de convergencia para que los salarios estén por encima de la suba de precios.

Asimismo, reveló que los empresarios le expresaron a Vizzotti la preocupación por el ausentismo a partir de la proliferación de “casos estrechos” que derivan en aislamientos.