El descongelamiento de la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) encendió las alarmas de aquellos que tomaron créditos hipotecarios ajustados por ese instrumento indexador y en especial en aquellos del Banco de la Nación Argentina (BNA), que con 48.627 préstamos de ese tipo concentra casi la mitad de todo el sistema financiero.

De todos modos, en la entidad oficial aseguraron a NA que “la voluntad del banco con es quedarse con la casa de nadie” y que se abrirá un “período de consulta” de seis meses entre mayo y noviembre para analizar caso por caso las situaciones particulares.

Asimismo, aclararon que el problema está acotado a un grupo reducido de tomadores de créditos, ya que hasta el momento el BNA fue notificado de 129 reclamos, esto es el 0,26% del total o, si se prefiere, el 99,74% se encuentra “en situación normal”.

Pese al pequeño número de reclamos, más lo que eventualmente puedan surgir en los próximos días, las fuentes de la entidad presidida por Eduardo Hecker puntualizaron en la importancia del análisis de cada caso particular, ya que los inconvenientes son diversos: pérdida de empleo, deterioro salarial, incremento de la cuota más allá del 35% de los ingresos, aumento desmesurado del capital después del descongelamiento, etc.

En ese sentido, remarcaron que “el banco heredó la gestión de un tema conflictivo por un sistema de indexación” y que “está haciendo un importante esfuerzo económico” para hacer frente a “una bomba que se activó mucho después de haber sido elaborada”.

Al respecto, los créditos UVA fueron ideados en marzo de 2016 durante la gestión de Federico Sturzenegger como presidente del Banco Central, en base al modelo chileno de actualización de los créditos hipotecarios por un coeficiente en base a la evolución de los precios al consumidor.

La diferencia entre los dos lados de la cordillera estuvo, precisamente, en los distintos niveles de inflación en cada caso. En la Argentina, el UVA aumentó desde su creación el 31 de marzo de 2016 hasta la actualidad un 424,6%, unos 150 puntos porcentuales más que los salarios registrados.

Pero al desfase que de por sí muestra esa comparación, debe agregársele que el índice de salarios no tiene en cuenta los eventuales casos de pérdida de empleo o cambios de trabajos con menores niveles de ingresos.

Todas estas situaciones serán los temas a considerar en los seis meses del período de consulta, si bien desde el Banco Nación indicaron que los interesados “no tienen que esperar a mayo, pueden comunicarse ahora mismo” con los oficiales de crédito de la entidad.