El  último turno de conferencias en la jornada celebrada en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires por la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) reunió a  Guillermo Mondino, profesor adjunto de la Universidad de Columbia;  Enrique Szewach,  director ejecutivo del IERAL de la Fundación Mediterránea, y a Daniel Artana,  economista en jefe de FIEL.

Todos concluyeron en que gane quien gane las elecciones, con el plan que intenten desarrollar no podrán evitar ser golpeados por una profundización de la crisis.

En línea con el informe de la calificadora Moody´s , ni la dolarización de Milei, ni el ajuste gradual de Massa evitará un empeoramiento de los indicadores.

En las recetas de los tres economistas,  la hoja de ruta trazada es similar en cuanto a tender a un equilibrio  fiscal, reforma tributaria, la reducción de la emisión, un manejo prudente de la deuda pública,  el ordenamiento de los precios relativos y un nuevo régimen cambiario con salida de cepo. 

El puntapié inicial lo dio Guillermo Mondino como primer orador e hizo eje en los pasivos remunerados del BCRA.  Realizó un primer análisis de la situacion internacional para comparar con la Argentina. Con las subas de las tasas de interés y el encarecimiento de las deudas, sumada a una política fiscal "blanda"  se genera aumento de deuda de los bancos centrales.

En ese sentido, habló sobre los pasivos remunerados del  (BCRA): “El problema argentino es que a noviembre de 2022 los pasivos remunerados del BCRA alcanzaban los US$26.800 millones al tipo de cambio contado con liquidación. En noviembre de este año ese stock es de US$25.900 millones, por lo que ha caído en el último año por la depreciación del tipo de cambio.

Por lo tanto, algunos infieren que hay que liquidar los pasivos remunerados con perfilamientos de la deudaplan bonex o situaciones draconianas al estilo del país. Ninguno de los grandes Banco Centrales del mundo avanzado piensan en estas soluciones”, explicó con un tiro por elevación al plan dolarizador que dejó entrever Milei.

También dio como ejemplos a países que tuvieron problemas más graves que la Argentina con sus pasivos remunerados pero que los resolvieron “con una administración razonable de la deuda y la posición fiscal”. Allí mencionó al Banco Central de Brasil en 1994 antes de la implementación del Plan Real y a República Dominicana en 2004 que gracias al ajuste fiscal y una administración macroeconómica ortodoxa alcanzó un nivel de pasivos remunerados razonable de manera gradual, con una baja sostenida de la inflación. "Todas estas ideas de querer inventar la pólvora están equivocadas. No hay teoría que justifique eso. Argentina debe hacer las cosas como lo hicieron otros países”, apuntó Mondino.

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Por su parte  Enrique Szewach,  criticó las propuestas de ambos candidatos, e hizo foco en la necesidad de alinear los precios relativos de la economía.

Podemos ir a un esquema de parches que va a agravar la situación actual. Podemos ir a uno que supone la liberalización ‘purificadora’ y overshooting para preparar la dolarización. O podemos encaminarnos hacia una transición que genere las bases para un verdadero cambio de régimen”, sostuvo.

El director ejecutivo del IERAL reiteró la necesidad de “recomponer precios relativos, conseguir un ancla fiscal creíble respaldada por el Congreso y crear un nuevo régimen monetario”.

Por último, Daniel Artana no se mostró tan optimista como el candidato Massa  respecto de los ingresos de dólares en 2024, post sequía  “¿Faltan dólares? Es una pregunta engañosa porque tenemos un tipo de cambio real alto, brecha cambiaria y un nivel de actividad frenado”, alertó.

“De un lado nos dicen que el ingreso de dólares por exportaciones va a crecer en US$20.000 millones aunque creo que va a ser menos. Pero en un escenario optimista eso no alcanza a compensar el crecimiento de la deuda comercial, atrasos en el pago de dividendos al exterior, recomponer las reservas netas, los pagos de deuda externa y sostener el nivel de actividad”, sostuvo el economista.

En cuanto al panorama fiscal de 2024, expuso: “Si no hago nada tengo déficit primario de casi 4 puntos del PBI, servicio de deuda doméstica, compra de dólares para recomponer reservas, compra de dólares para pago de deuda, reducción del peso de las leliqs”.

Por lo que  el economista en jefe de FIEL cree necesario primero lograr un superávit primario que alivie la deuda local,  y permita algún tipo de financiamiento internacional y eso de el comienzo de un círculo virtuoso. "La otra alternativa es pensar que con más de lo mismo podemos zafar”, concluyó.