El presidente Alberto Fernández tiene previstos dos encuentros cara a cara con empresarios y sindicalistas. El primero, de carácter más “genérico”, será el martes próximo en el Centro Cultural Kirchner (CCK) y será la primera vez que se pondrá al frente de un evento de este tipo tras la declaración de "guerra" a la inflación.

La cita del 29 es la que menos expectativas genera tanto en empresarios como en gremialistas ya que está planteado como una suerte de exposición de diferentes cuestiones sobre las que avanzó el Gobierno, aunque no está previsto que se toquen dos de los temas centrales que se quieren discutir: inflación y desempleo.

“Valoramos que haya un convocatoria, siempre es bienvenida. Pero nuestra expectativa está puesta en el llamado que estamos esperando hace un par de semanas. Tenemos que empezar a definir varias cuestiones fundamentales, como las paritarias”, sostuvo a NA un directivo de la UIA.

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Fernández había anunciado que mantendría charlas con industriales y gremialistas, aunque por el momento –más allá de lo previsto para el martes próximo- no hubo anuncios al respecto. Sí se espera que esto ocurra en los primeros días de abril. El foco de la discusión en este sentido pasa por intentar llegar a un punto medio entre las pretensiones de los sindicalistas y el margen que están dispuestos a ceder los empresarios.

Y para el Gobierno resulta fundamental participar de estas tratativas. Sabe que paritarias demasiadas altas tendrán un impacto directo sobre los precios, es decir que significaría un nuevo empujón a la inflación, que cerró febrero en 4,7% y podría rozar el 6% en marzo.

Hasta el momento, sin embargo, las cosas no están yendo por el camino que quieren Gobierno y empresarios. La escalada inflacionaria ya generó que dos sindicatos fuertes, como la UOCRA y Comercio, anunciaran que sólo negociarán acuerdos cortos y renegociables para no quedar desfasados de los incrementos de precios.

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Incluso, gremios más pequeños también tomaron ese camino. El Sindicato Argentino de Empleados y Obreros de la Enseñanza Privada (SAEOEP), por ejemplo, firmó una paritaria que sólo tendrá vigencia por cuatro meses, y que finalizará el 30 de junio próximo. Esto quiere decir que el 1° de julio se deberán retomar las negociaciones.

Este mecanismo no es bienvenido por industrias ni Gobierno. “Es imposible pensar en que nos tendremos que sentar a hablar cada tres o cuatro meses. Hay que pautar una cifra y moverse en base a eso. Tal vez implementar alguna cláusula de revisión en algún momento; pero no podemos estar yendo y viniendo todo el año”, sostuvieron en la UIA.

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El ánimo del Gobierno es llevar la pelea salarial por el camino que cree conveniente para que no tenga un impacto directo sobre la inflación, aunque bajo ningún punto de vista pretende imponer ni techos ni pisos.

Posiblemente el gran conflicto con el que se encontrarán las tres patas a la hora de negociar será el antecedente de 2021. Por aquel entonces el Presupuesto del ministro de Economía, Martín Guzmán marcaba un 29% para todo el año, que casi de forma inmediata se corrigió a 33%. Allí también el Gobierno actuó en busca de consensos, aunque lo que se fue acordando en un principio terminó totalmente desarmado cuando las perspectivas de inflación ya hablaban de, al menos 50%, y los gremios –sobre todo los de mayor peso- no tardaron en renegociar lo pautado.

Para este año el panorama es muy similar. La pauta oficial de inflación –no aprobada por el Congreso, que le dio la espalda al Presupuesto 2022- es del 33%, aunque estudios privados ya hablan de una cifra que difícilmente bajaría del 55%, y se ubicaría cerca del 60%.

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Los últimos intercambios que se llevaron a cabo entre empresarios y Gobierno fueron encabezados por Guzmán y participaron pequeños grupos de empresarios citados especialmente para la ocasión.

En todos los casos el objetivo que se buscó fue el de alinear expectativas inflacionarias para este año, tanto desde el mundo empresario como desde el sindical, siempre con la mira puesta en marcar el camino de las paritarias.

Pero ahora lo que se quiere es realizar un llamado directamente a las centrales empresarias como la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), entre otros, y los representantes sindicales.

Esta convocatoria sería lanzada una vez que se produzca el encuentro del martes que viene, y la idea oficial es que se realice “en los primeros días de abril”.