La Reserva Federal subió la tasa de interés en 0,25 puntos porcentuales e indicó que no ha terminado con su ciclo de endurecimiento monetario.

En una decisión difícil y haciendo un fino equilibrio, la Reserva Federal estadounidense anunció este miércoles que eleva las tasas de interés 0,25 puntos porcentuales, una medida que busca combatir la inflación que aun se resiste a bajar y a la vez no alterar los ánimos del sistema bancario y financiero tras las tensiones de las últimas semanas. La tasa de referencia quedó ahora en un rango del 4,75% al 5%. La cifra es la más alta desde la previa de la crisis de 2008.

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y sus colegas tenían el dilema de elevar las tasas de interés nuevamente para bajar la inflación --que continúa alta-- o hacer una pausa sin subirlas en medio de la crisis bancaria más fuerte desde 2008, que provocó el colapso de bancos medianos en Estados Unidos y llegó a Europa con el terremoto en el gigante suizo Credit Suisse.

“El sistema bancario es firme y resiliente”, aseguró en un comunicado la Fed que en los dos días que duró la reunión, evaluaron meticulosamente las causas de la crisis y los efectos de las últimas disposiciones oficiales que se tomaron en Estados Unidos tras la caída del Silicon Valley Bank y el Signature y el salvataje del First Republican por parte de 11 bancos privados.

La crisis sí tuvo un efecto nítido: antes de la caída del SVB, los funcionarios de la Fed evaluaban la posibilidad de subir la tasa de interés más de lo que finalmente lo hicieron, en 50 puntos básicos en vez de 25, un escenario que ahora parece descartado del todo ante la incertidumbre financiera.

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También analizaron cómo digirieron los mercados el matrimonio forzado del Credit Suisse y el UBS del domingo y otras medidas que se implementaron para evitar el contagio en el sistema bancario global, como la coordinación de los bancos centrales de las principales potencias económicas.

 "El sistema bancario estadounidense es sólido y resistente. Es probable que los desarrollos recientes resulten en condiciones crediticias más estrictas para los hogares y las empresas y que pesen sobre la actividad económica, la contratación y la inflación. El alcance de estos efectos es incierto. El comité permanece muy atento a los riesgos de inflación", señalaron.

Muchos expertos señalaron que buena parte del origen de la debilidad de los bancos afectados había sido la abrupta suba de tasas de interés del último año por parte de la Fed, que buscaba enfriar la economía para bajar la inflación, que llegó a un 9,5% el año pasado, un índice que no se había visto en una generación.

Es que los bancos medianos afectados (con carteras mayoritarias de empresas tecnológicas o criptomonedas) tenían buena parte de sus colocaciones en bonos del Tesoro que con la suba de tasas perdieron rendimiento y provocaron que los clientes decidieran retirar sus fondos de golpe, lo que provocó el colapso de las entidades.