Ya parece haber pasado el ciberterremoto que sacudió los cimientos del PAMI, pero ahora la obra social estatal deberá hacer algunos cambios para adaptarse y mejorar su sistema de seguridad electrónica. PAMI sigue mitigando los efectos del ciberataque sufrido durante la primer semana de agosto, que afecta las prestaciones virtuales a las que acceden los jubilados y pensionados afiliados a la obra social, por lo que se les solicitó que cuidaran sus datos personales.

Las autoridades de PAMI informaron que la base de datos de jubilados y pensionados afiliados a la obra social “se encuentra resguardada y protegida”, a pesar de que en los últimos días se conoció que un grupo delictivo publicó información sensible en la web oscura, a la espera del pago pedido por la recuperación de la información.

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Además se comienzan a conocer algunas estafas telefónicas que podrían estar ligadas a esta fuga de datos. A través de canales oficiales, desde PAMI advirtieron sobre la posibilidad de caer en falsos dominios de la página oficial de la obra social. Desde el PAMI el único canal válido para la emisión de recetas electrónicas es el sistema CUP de receta electrónica realizada por el médico de cabecera o especialista”.

Desde PAMI señalaron también que “las comunicaciones oficiales de PAMI son difundidas a través de sus redes oficiales, su página web o mail bajo el dominio @pami.org.ar”. “PAMI detectó un dominio falso @pami.gob.ar, el mismo no pertenece al Instituto” aclararon.

Cómo funciona el “sistema CUP” para las recetas electrónicas

Este procedimiento, que por sus siglas significa “Clave Única PAMI” es íntegramente digital. Y entre sus distintas funciones, se incluye brindar las herramientas para que el médico firme electrónicamente las prescripciones de medicamentos.

Consecuencias del ataque

Los usuarios de PAMI encontraron la página web oficial y la app de la obra social caídas por al menos dos días, ya que las autoridades del organismo tuvieron que limitar el acceso a sus sistemas para enfrentar las consecuencias del hackeo.

Esto obligó a los empleados de la obra social estatal a volver en el tiempo y manejarse con archivos en formato papel. Se tuvo que recurrir a esta alternativa para no detener la atención, algo imposible cuando de salud se trata.

Según se conoció en la última semana, el ciberataque al PAMI impactó en más de 1.6 millones de archivos de la obra social, es decir unos 831 GB de información que incluirían historias clínicas, datos personales, números telefónicos, y detalles del DNI de los afiliados jubilados y pensionados.

El grupo cibercriminal que se adjudicó el hackeo del PAMI es conocido como Rhysida y depositó un ransomware en el sistema operativo de la obra social, que es un tipo de virus que convierte en inaccesibles los archivos de la víctima.

Por ese motivo, las autoridades de PAMI solicitaron a sus afiliados cuidarse de las estafas online, ya que los ciberdelincuentes se pueden absorver datos sensibles que afecten a la persona que cae en falsas páginas web.