La Federación Nacional de Choferes Camioneros que encabezan Hugo y Pablo Moyano se mantuvo firme en su reclamo de un aumento salarial del 52% y rechazó este miércoles -durante la segunda reunión paritaria- el ofrecimiento que realizaron las tres cámaras del sector, de un 38% en cuatro cuotas.

De esta manera la negociación pasará para el próximo miércoles 23 de junio, mediante una videoconferencia.

Los Moyano no se movieron de su pedido realizado la semana pasada en la primera reunión paritaria, por un 45% de aumento acumulativo y el bono de fin de año, que llevaría al 52% el incremento salarial.

"Al escuchar las insatisfactorias cifras de aumento de salarios propuesta por FADEEAC, FaeTyl y CATAC, que no se retribuyen en lo más mínimo al esfuerzo que realizaron los más de 250.000 trabajadores Camioneros de las distintas actividades durante la pandemia, se decidió rechazar esos números y no cerrar ningún acuerdo que perjudique a los trabajadores que son esenciales y que deben recibir una gratificación acorde a lo realizado", informó el gremio en un comunicado.

Los Camioneros buscan tener la mejor paritaria rompiendo no sólo la pauta del 29% proyectada por el Gobierno a principios de este 2021 sino también el techo del 50% en un año en el que habría elecciones en la CGT. En ese marco, sostuvieron que quedarán "a la espera de una mejor propuesta" para la próxima semana.

El pedido del sindicato incluye además una demanda a los empresarios para que gestionen la vacunación de los trabajadores del sector, que son unos 200 mil.

Como se esperaba, los Moyano pusieron sobre la mesa un número bastante por encima de la pauta salarial del 29% que manejaba el Gobierno y que el propio oficialismo comenzó a dejar atrás luego de la aceleración de la inflación, permitiendo subas del 35% para los estatales nacionales y del 40% para los legislativos.

La cifra de Camioneros llevá más allá la pauta, ya que supera ampliamente las subas salariales que firmaron otros gremios importantes, como la UOM (35,2%); la UOCRA (35,8%), la UTA (37%) o los ferroviarios (37,5%).

La voluntad de acordar una cifra de ese nivel es más un mensaje hacia sus rivales dentro la dirigencia de la CGT en un año de elecciones en la central obrera (tener la mejor paritaria de todas), que un desafío al Gobierno, con el que sigue manteniendo una estrecha relación.