La directora de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Mercedes Marcó del Pont, y el secretario de Política Tributaria del Ministerio de Economía, Roberto Arias, defendieron hoy el proyecto del Poder Ejecutivo que modifica las alícuotas del impuesto a las Ganancias que pagan las sociedades a partir de un esquema gradual de escalas.

En un plenario virtual de la comisión de Presupuesto y Hacienda, que preside el oficialista Carlos Heller, los dos funcionarios brindaron argumentos a favor de la iniciativa que
el Frente de Todos buscará dictaminar en los próximos días junto al Consenso Fiscal 2020, que ya tiene media sanción del Senado.

Juntos por el Cambio planteó objeciones durante el debate y presentará su propio dictamen de minoría.

El texto del proyecto -la segunda versión que el Poder Ejecutivo envía al Congreso en lo que va del año- prevé una rebaja en la carga tributaria para nueve de cada diez empresas.

El primero en exponer fue Arias, quien recordó que en a reforma tributaria de 2017 se dispuso que a partir del 2020 la alícuota sería del 25% para sociedades en lugar del 30% que había previamente.

Sin embargo, esa rebaja se suspendió a fines de 2019 en el marco de la sanción de la ley de emergencia y Solidaridad Social, manteniendo la alícuota del 30% para sociedades.

La propuesta de la nueva ley que es sobre una ganancia neta imponible acumulada de hasta 5.000.000 de pesos, las empresas paguen una alícuota del 25%; mientras que sobre ganancias de entre 5.000.000 y 20.000.000 de pesos, se pague el 30%; y finalmente, sobre ganancias superiores a 20.000.000 de pesos se pague el 35%.

En cuanto a los pisos de las escalas, el proyecto del Poder Ejecutivo propone una actualización anual de los tramos en base al Índice de Precios al Consumidor (IPC).

"Todos los países del mundo aplican alícuotas relativamente altas, y esto, a nuestro juicio, tiene un impacto marginal en las decisiones de inversión. El hecho de que el impuesto sea cinco puntos más alto o más bajo ha tenido un impacto prácticamente nulo o marginal porque las posibilidades de inversión dependen de muchos otros factores", ponderó Arias.

En esta línea, consideró que "son mucho más importantes los factores macroeconómicos" en las decisiones sobre inversión, como ocurrió entre 2018 y 2018 cuando la tasa de inversión cayó del 20% al 17%.

Arias puntualizó que el objetivo es avanzar hacia "un nivel de recaudación del impuesto cercano a los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos)", que es del 3% del PBI".

"Ganancias es el mejor impuesto que se aplica en condiciones de crisis, porque las empresas que han tenido problemas no van a ver afectada su capacidad económica, mientras que las grandes, que han tenido muchas ganancias, es justo que hagan un aporte adicional", destacó el funcionario.

En la misma sintonía, Marcó del Pont opinó que Ganancias es uno de los impuestos "más progresivos del esquema impositivo", y que en un contexto de crisis como el actual -derivado de la pandemia- hay que profundizar en la recaudación.

Según dijo, "la reforma garantiza fuentes de financiamiento genuinas para las políticas públicas, permite profundizar la progresividad del tributo y saldar una deuda histórica con las pymes" que solicitaban una rebaja de la alícuota.

La titular de AFIP señaló que en el plano internacional no está bien ponderada la rebaja de impuestos y la desregulación de los mercados y flujos financieros.

"La flexibilidad de normas y la baja de impuestos no generaron el efecto derrame. Las rentas que se generaron provocaron una mayor concentración de la riqueza", analizó.

"La alternativa a esto es el endeudamiento. Y ya lo vivimos. Esta ampliación del espacio fiscal que supone recaudar a través de un impuestos directo vuelve en política públicas", defendió.

El diputado puntano de la UCR Alejandro Cacace puso reparos al proyecto oficial y señaló que "son un poco confusos los argumentos en cuanto a que el gobierno dice simultáneamente que quiere aumentar los impuestos a las empresas, al mismo tiempo dice que la mayoría de las empresas van a pagar menos, y a la vez que esto es un 'alivio fiscal'".

Y puntualizó que a diferencia del impuesto a las Ganancias en personas físicas, donde "la carga recae enteramente sobre el contribuyente", en las empresas "hay una capacidad de traslación del impuesto que puede resultar en un incremento de precios".

En tanto, el diputado macrista Luciano Laspina advirtió que "Argentina viene con una presión impositiva muy grande" y que por ese motivo le preocupa "que esto opere como un desincentivo" a la inversión.

"Hoy la tasa de inversión en Argentina está entre las más bajas del planeta, no alcanza ni siquiera para reponer el stock de capital que se deprecia, y no hay generación de empleo en el marco de la pandemia, pero hace diez años que no creamos empleo en el sector privado formal", lamentó.