Caló: "Nos preocupa lo que viene después de la pandemia: ¿Quién va a comprar lo que producimos?"
"Sin que el Gobierno pague el 50% del salario de los trabajadores esto sería un desastre", aseguró el secretario general de la UOM. El dirigente asocia el impacto de la pandemia sobre la economía local con los efectos de la gestión macrista.
El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló, señaló hoy que el sector laboral tiene una seria preocupación por lo que ocurre durante la pandemia y también por lo que viene después, dada las consecuencias económicas que se están generando.
"A nosotros nos preocupa qué viene después de la pandemia. ¿A quién le vendemos lo que producimos? ¿Quién va a comprar?", dijo el sindicalista en declaraciones a radio Rivadavia después de que el Indec revelara que la economía cayó 26,4% en abril.
Caló expresó "esto es el Titanic", en alusión a que la economía de la Argentina es un barco que se está hundiendo, por lo que pidió "salvar las empresas que están en pie y después ver cómo van a funcionar".
Para el sindicalista cada uno es responsable de sus actos, por lo que los trabajadores metalúrgicos decidieron "hacer un aporte" desde sus salarios hace dos meses, aceptando una rebaja del 25% para quienes se encuentren suspendidos. "Todos tendríamos que hacer un gesto: los presidentes de bancos, empresarios y dirigentes", dijo Caló y agregó que se habla del virus, "pero la realidad económica es muy difícil" dadas las consecuencias que se están generando.
"Techint tiene 4 mil trabajadores y está parado. Tengo que luchar para que queden la mayoría de los 50 mil trabajadores metalúrgicos que tengo (representados en el sindicato)", afirmó el secretario general. También aseguró que en la UOM analizan "día a día" cómo viene la recaudación y si las empresas están aportando o no.
"Sin que el Gobierno pague el 50% del salario de los trabajadores esto sería un desastre", aseguró Caló. En su análisis indicó que a la Argentina la situación la está golpeando particularmente dado que hubo cuatro años (2016-2019) en los que "todos los países del mundo progresaban y nosotros íbamos para atrás".