La tensión entre la Argentina y el resto de los países del Mercosur quedó lejos de ser resuelta en la cumbre virtual del 8 de julio pasado y en esta ocasión la disidencia con la postura del presidente Alberto Fernández provino del ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, que dijo que si fuera por él, reduciría el Arancel Externo Común (AEC) “mañana, esta semana”.

El jefe de la cartera económica del Gobierno de Jair Bolsonaro se sumó a las expresiones que en el mismo sentido formulara la semana pasada el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, que insistió en su postura de avanzar en acuerdos con otros países y bloques en forma separada.

La posición de Lacalle no fue una sorpresa, ya que la viene haciendo pública por lo menos desde enero de 2020, cuando aún era presidente electo, y motivó que Fernández dedicara la mayor parte de su discurso en la cumbre virtual del 8 de julio a remarcar que “nadie se salva solo”.

Pero la situación cambió en la misma cumbre, cuando Fernández traspasó la Presidencia Pro Tempore a Bolsonaro -quien ahora se encuentra hospitalizado en San Pablo por complicaciones intestinales- y Guedes advirtió que en este semestre Brasil “tiene que asumir el liderazgo”.

En declaraciones al diario Valor, el ministro brasileño reconoció los “problemas” de la Argentina, donde dijo que “la política económica no parece dar buenos resultados”“No logran pagarle al FMI, están con problemas que nosotros conocemos mucho y ahí nuestra solidaridad con ellos porque así es difícil bajar aranceles", admitió.

Por tal razón, insistió con su propuesta de medidas unilaterales, al decir que “no le pedimos que lo hagan, les pedimos que nos dejen hacer y después se sumarán”, en cuanto a la reducción del AEC. Sobre el cariz que tomará el “liderazgo” mientras Brasil presida el bloque, Guedes dijo por un lado que serán “comprensivos y generosos”, pero por otro lado remarcó que “no se puede frenar el ritmo de modernización”.

En cuanto a las posturas de cada país respecto a la reducción de AEC, Guedes las sintetizó de esta manera en declaraciones al diario brasileño Valor: "Argentina se opone, Uruguay nos apoya y Paraguay se hace la que no se posiciona".

Luego de su constitución formal el 26 de marzo de 1991 con el Tratado de Asunción, el Mercosur pasó a ser una Unión Aduanera el 1° de enero de 1995, cuando comenzó a regir el AEC, con algunas listas de excepciones en sectores considerados sensibles. El AEC implica que los países miembros deben respetar la misma tarifa aduanera en el comercio extra-zona, en tanto las eventuales modificaciones de los porcentajes deben llevarse a cabo por consenso.

Ese es uno de los aspectos que vienen generando mayores rispideces dentro del bloque, ya que la Argentina aboga por mantener niveles arancelarios que tanto Brasil como Uruguay y -con menor énfasis- también Paraguay buscan reducir.

Más allá de las diferencias políticas, esas mismas tesituras eran sostenidas -aunque con un mayor grado de diplomacia- durante las gestiones del PT en Brasil y el Frente Amplio en Uruguay, pero los cambios en las orientaciones de los gobiernos de esos dos países vinieron de la mano de una menor prudencia en los reclamos.

Guedes reiteró su postura en favor de la reducción del AEC y criticó con dureza al gobierno argentino, al que volvió a comparar con Venezuela, paradójicamente un ex integrante del bloque entre 2012 y 2016, lapso en el que no registró ningún avance en la coordinación arancelaria con los cuatro miembros fundadores.

"Me gustaría hacerlo unilateralmente mañana, esta semana, pero tenemos acuerdos, no podemos dejar que el Mercosur se transforme en un factor de atraso. Argentina está en un camino que no apreciamos, el camino de Venezuela", sentenció Guedes.