Los bioquímicos no son ajenos al complejo panorama económico argentino de la actualidad y al padecimiento de sus consecuencias en la actividad. A raíz de eso, alertaron por la disparada de los costos y el riesgo que corren los laboratorios de poder continuar prestando sus servicios con normalidad, tras las últimas medidas económicas.

La radiografía de la difícil situación en la que se encuentra dicho sector de la salud fue descrita mediante un comunicado de Luis García, presidente de la Confederación Unificada Bioquímica de la República Argentina (CUBRA), publicado durante las primeras horas de este martes.

En el escrito, el titular de la institución que nuclea a los profesionales del rubro bioquímico, sostuvo que “las últimas medidas económicas son devastadoras, hacen que todos los insumos y reactivos requeridos para poder realizar nuestro trabajo dupliquen o tripliquen, en algunos casos, sus costos”.

Al mismo tiempo, puso de manifiesto que las dificultades exhibidas son generales en toda la actividad sanitaria, al expresar que “hace meses que todos los actores del Sistema de Salud venimos advirtiendo los problemas que se han presentado por la terrible inflación existente, la dificultad de importar insumos  con facilidad, los altos costos que se transfieren desde los gastos indirectos, etc” y apuntó a la administración de Alberto Fernández asegurando que “poco ha hecho el gobierno anterior para solucionar los problemas del sector”. 

Los pocos días de la nueva gestión nacional no revierten la delicada situación sino que la estarían profundizando. Así lo expresó el dirigente al indicar que “con estas primeras medidas dictadas por el nuevo gobierno, sobre todo con la devaluación del dólar oficial, se complica más” y detalló que “el dólar se duplicó, no hay insumos y si nos venden insumos los venden a un valor exorbitante o lo venden sin poner un precio cierto, sin cotización”, por lo que consideró que “la situación es insostenible”.

Aportando más precisiones del difícil contexto que atraviesa el sector, García expresó que la devaluación “recaerá no solo en los insumos importados, que representan el 80% de nuestro gasto laboral, sino también en los aumentos de tarifas, salarios, servicios, etc, lo que harán que nuestro trabajo sea inviable, en la situación actual de atraso de los pagos que realizan las obras sociales y prepagas”.

Hace unas semanas, durante noviembre los bioquímicos comenzaron a cobrar un “copago” o “bono” que va de los $3.000 a $5.000, a los afiliados a las prepagas en algunas provincias, como una forma de generar recursos que les permitan afrontar los gastos que las prestaciones implican y que las empresas no reconocen. Sin embargo desde CUBRA aseguran que “no es suficiente y estas medidas empeoran el cuadro”.

García aseguró que ante este contexto extremo y dificultoso, y ante la indiferencia de quienes tienen a cargo el financiamiento de la salud, “los bioquímicos estamos a un paso de no lograr mantener el normal funcionamiento de nuestros servicios e incluso llegar a cerrar nuestros laboratorios”.

Asimismo, el titular bioquímico consideró que “es indispensable una atención especial a un sector de la salud que atiende a un 70% de la población a través de la red privada de laboratorios clínicos”