Amplían líneas de financiamiento para cadenas de carne de cerdo y pollo
La medida fue confirmada por el Banco Central y Basterra destacó el “impacto dinamizador” del desarrollo de los dos sectores.
El Banco Central amplió la línea de "Financiación de proyectos de inversión" con tasa bonificada de 30% a todas las empresas, sin importar su dimensión, que realicen inversiones destinadas a incrementar la capacidad productiva de carnes de pollo y/o cerdo.
La información fue destacada por el ministro de Agricultura, Luis Basterra por el “impacto dinamizador” que ambas cadenas productivas tienen en la agroindustria, además del efecto positivo tanto en el mercado interno como en las exportaciones, al ser productos sustitutos de la carne vacuna.
"La línea puede ser destinada ahora, sin importar el tamaño de la empresa, a aumentar la oferta de carnes aviar y porcina”, indicó el Banco Central, que remarcó que el sector porcino y el aviar “tienen un margen potencial para incrementar su producción y contribuir tanto a la diversificación de la canasta de consumo cárnica como al incremento de las exportaciones netas".
Basterra consideró que “es estratégico para el país que podamos poner las herramientas financieras al servicio de la producción y de nuestras economías regionales, de manera que nos permitan continuar aumentando nuestra producción agroindustrial, asegurando el abastecimiento interno y el crecimiento de nuestras exportaciones".
Por su parte, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, indicó que “la administración de la política monetaria, cambiaria y financiera está destinada a generar las condiciones para que el sector privado pueda concretar inversiones en los sectores productivos”.
“Ampliar la producción de carnes tiene el doble efecto de mejorar la oferta interna y generar divisas, ya sea por la sustitución de importaciones como por la liberación de mayores excedentes cárnicos para la exportación", añadió.
El ministro de Agricultura remarcó que el desarrollo de las cadenas porcina y aviar “tiene un impacto dinamizador de nuestras economías regionales, generan trabajo y arraigo”.
Asimismo, el subsecretario de Ganadería y Producción Animal, José María Romero, enfatizó que “la producción de carnes intensivas, como la de cerdo y pollo, resultan estratégicas para el agregado de valor en territorio, transformando nuestros granos en carnes y el desarrollo federal mediante la generación de empleo privado de calidad".
El consumo de pollo se incrementó durante los últimos 20 años, pasando de 26,6 kg/capita/año en el 2000 a 41,4 kg/capita/año en 2010 y 46 kg/capita/año en 2020, como consecuencia del consumo sostenido en el mercado local, que aprovecha el acceso a una proteína de alta calidad con un precio muy accesible.
En cuanto al sector porcino, según datos de la Dirección de Porcinos, Aves y Animales de Granja de la cartera agropecuaria nacional, la balanza comercial porcina volvió a ser positiva en el 2020, tanto en volumen como monetariamente.
El superávit comercial fue de US$ 4,03 millones, mientras que en el 2019 había dado un déficit comercial de US$ 47,3 millones.
Asimismo, las exportaciones porcinas alcanzaron el año pasado US$ 62,12 millones, con un aumento del 74% respecto al 2019, en tanto las importaciones cayeron un 30% hasta los US$ 58,09 millones.
En volumen, el país exportó 34.704 toneladas peso producto, un aumento del 65% con respecto al 2019, mientras que el volumen de las importaciones fue de 20.142 toneladas (-36%).
"Ambas carnes resultan los ejes centrales para el cambio de nuestra matriz agroproductiva y agroexportadora para un desarrollo federal, inclusivo y con mayores oportunidades", detalló Romero.