El titular de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), Daniel Funes de Rioja, aseguró hoy que espera acordar con el Gobierno una canasta básica con el fin de facilitar su acceso a los sectores de menores recursos y "que el resto vaya a una política de libertad de precios".

En ese escenario, el también vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) destacó la necesidad de poner en marcha un "acuerdo político, económico y social".

"No podemos pensar en precios si no es en términos de estabilidad macroeconómica", evaluó el empresario, quien advirtió: "La inflación condiciona todo".

Argumentó que afecta en primer lugar a "la inversión" y además "hace imprevisible los costos desde el punto de vista productivo".

En diálogo con el programa Aire de Campo emitido por Radio Rivadavia, el industrial se refirió a las negociaciones entre el Gobierno y las empresas para poner en marcha una canasta con precios congelados en medio de la aceleración de la inflación.

La administración de Alberto Fernández presentó la iniciativa y en los próximos días continuará el diálogo para avanzar en el acuerdo, que será más limitado que el programa Precios Cuidados.

En principio, se propuso que la canasta incluya en torno a 100 artículos, con una duración de tres meses.

"Las empresas están discutiendo en este momento un camino de salida que hemos diagramado con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y la secretaria de Comercio Interior, Paula Español", manifestó Funes de Rioja, quien señaló: "Esperamos llegar a un punto de coincidencia con respecto a una canasta básica y que el resto vaya a una política de libertad de precios".

De ese modo, insistió: "No producimos alimentos para no vender". Y subrayó: "Seguimos muy de cerca los precios internacionales, no solamente lo que hacen a nuestro costo. La Argentina en ese sentido está en una posición muy prudente".

Recordó que se encuentra a favor de un programa como Precios Cuidados y remarcó: "Hay que buscar caminos que faciliten el acceso a la canasta básica a los sectores de menores recursos".

Además, renovó su reclamo por la "presión impositiva del 40 por ciento sobre alimentos y 50 por ciento sobre bebidas".

"Cuando se habla de los costos, hay que sacar eso para ver el costo industrial real", indicó.

"No estamos a favor de las políticas de congelamiento de precios", ratificó y, al referirse a Precios Máximos, sostuvo que en marzo de 2020, con el inicio de la cuarentena, aceptó la iniciativa, pese a no compartirla, por entender que se trataba de un hecho "excepcional que se hizo crónico".

"Nos dieron aumentos del 4 al 10 por ciento con una inflación del 36 por ciento", fustigó y recalcó: "Creemos que la política de Precios Máximos son el instrumento adecuado".