Por Antonio D’Eramo

Como ejemplo de lo decisivo que es para la industria del agro, los costos de los fertilizantes, se puede tomar nota de lo que sucede en Europa desde que estalló la guerra en Ucrania.

Desde Noruega, que redujo la producción de fertilizantes a base de nitrógeno ante los aumentos de los precios del gas natural, pasando por Polonia y el Reino Unido que redujeron su actividad desde mediados de 2021, enseñan que el impacto de los costos por el gas natural, que representa el 70% de los insumos necesarios para producir fertilizantes, tiene a su vez un perjuicio directo en la producción de alimentos.

En ese contexto, la Argentina tiene la posibilidad de reducir las importaciones de fertilizantes desde el exterior fomentando la industria local y provocando, en el corto plazo, un ahorro sustancial por sustitución de importaciones.

Para el ingeniero agrícola Javier Preciado Patiño, Director de RIA Consultores, la puesta en marcha del Gasoducto Presidente Néstor  Kirchner (GNPK) podría liberar “unos 2,5 millones de metros cúbicos diarios para la industria nacional de los fertilizantes”. Esto significará “un ahorro inmediato de más de 700 millones de dólares anuales en sustitución de importaciones”. También se podrá “generar divisas adicionales por otros 220 millones de dólares”.

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Un informe elaborado por RIA Consultores indicó que el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner representa “una gran oportunidad para la agricultura argentina, para productores y consumidores, para la sustitución de importaciones y la generación de divisas”.

El documento recordó que “a medida que la agricultura argentina fue incrementando su producción granaria también ha necesitado de muchos más insumos, principalmente de muchos más fertilizantes” y planteó que “la disponibilidad de más gas puede contribuir a la producción nacional de más urea”, insumo clave para los productores argentinos.

La ingeniera en producción agropecuaria y funcionaria del ministerio de agroindustria de la Nación que conduce Juan José Bahilo, Alejandra Parracia explicó que “... existen datos acerca de la utilización de estos productos, por ejemplo, en 2021 Argentina necesitó de 5,7 millones de toneladas de fertilizantes para una producción que se ubicó en torno a los 140 millones de toneladas de granos. En ese contexto, la urea fue el principal fertilizante utilizado, con 2,3 millones de toneladas”.

Si bien Argentina cuenta desde el año 2001 con una planta de producción de urea que se encuentra en la localidad bonaerense de Bahía Blanca, propiedad de la empresa Profertil, que tiene una capacidad de elaboración de hasta 1,4 millón de toneladas, “..el crecimiento del suelo cultivado precisó que se complementara a la producción nacional con nuevas importaciones, que le exigieron al país divisas por US$1500 millones en los últimos 2 años”, afirmó Parracia.

El Gasoducto Presidente Néstor Kirchner se extiende por 573 kilómetros entre Trayatén, provincia de Neuquén, y Salliqueló, Buenos Aires, pasando también por Río Negro y La Pampa.

Para el ministro de Energía, Emilio Apud, el gasoducto “significa poder evacuar 44 millones cúbicos que van a servir para los picos de invierno que hasta ahora se cubrían con gas importado y también para expandir la importación a Chile, Brasil y asegurar el abastecimiento de la demanda del noroeste. A fin de mes, probablemente, ya pueda estar inyectando 11 millones de metros cúbicos. Sin el gasoducto, alcanzaba para el abastecimiento interno, pero no para el pico de invierno de los 4 meses y ahí se importaba” El especialista en temas energéticos advirtió, “Hay que terminarlo para conectarlo con el resto de la red y hacer las obras para revertir el gasoducto que va al noroeste y traía gas de Bolivia”.

El transporte de 11 millones de metros cúbicos diarios de gas significa 4,4 veces más gas de lo que diariamente consume la planta de urea de Profertil (2,5 millones de metros cúbicos).

Por lo que s se logra liberar 2,5 millones de metros cúbicos diarios para la industria de los fertilizantes, se podría duplicar la producción nacional de urea, llevándola a 2,8 millones de toneladas anuales.

El ingeniero Patiño concluyó por enumerar los beneficios extra para la economía del gasoducto, “...para la agricultura argentina la puesta en funcionamiento del GPNK significa una oportunidad. La disponibilidad de más gas puede producir más urea, lo que genera un círculo virtuoso en términos de sustituir importaciones de fertilizantes, resguardar divisas para otros sectores de la economía que los están demandando y, lo que no es menor, garantizarle el abastecimiento de ese insumo fundamental a los productores argentinos”.