Advierten que aumentará la pobreza si se sigue sin reconocer los costos de energía
Arriazu aseguró que con un aumento de la producción energética se generará un “círculo virtuoso” con mejoras en el empleo y la recaudación.
El economista Ricardo Arriazu advirtió que si la Argentina sigue subsidiando el consumo de energía y sin reconocer los costos, “va a seguir aumentando la pobreza”, al tiempo que indicó que el sector podría ser un importante aporte al crecimiento económico “con los incentivos correctos”.
Arriazu advirtió que por la generalización de los subsidios al sector en los últimos quince años, el país tiene uno de los peores resultados en la relación entre demanda energética y crecimiento económico. En el marco del seminario “Energías para el desarrollo”, el economista señaló que por las “grandes mejoras en la eficiencia”, la demanda energética crece aproximadamente la mitad que el PBI mundial, pero que en la Argentina esa relación es de 1 a 1.
“No hemos tenido grandes mejoras y eso tiene que ver básicamente con los subsidios” que impiden mejorar la eficiencia en el consumo, aseguró. Al respecto, mencionó que en el período 2009/2019 la producción de energía se redujo a razón del 0,33% anual, pero en el mismo lapso el consumo creció 0,62%. No obstante, subrayó que “si la Argentina aplicara los principios básicos de la economía, empezando por reconocer los costos, los resultados serían buenos”, ya que “con los incentivos correctos, el sistema funciona”.
Arriazu remarcó que el problema no se da solamente en la actualidad, ya que si bien el país “es rico en toda forma de energía” en los últimos 113 años (desde que la primera extracción de petróleo en Comodoro Rivadavia) “solamente en 24 años tuvimos superávit externo” y en los 89 años restantes “fuimos importadores de energía”. En ese marco, destacó como excepción lo ocurrido en la década del ’90, cuando el país “exportó el equivalente a 300 millones de toneladas equivalentes de petróleo (TEP)”.
Arriazu destacó la importancia de la política energética para el resto de la economía, en tanto de su evolución no sol depende el PBI sectorial sino, aseveró, “aumenta el empleo tanto en ese sector como en otros, mejoran las cuentas externas, se eleva la recaudación nacional y provincial y genera una caída en el precio interno del gas”.
Todo eso, indicó, genera un “círculo virtuoso”, si bien advirtió que deben aplicarse las medidas adecuadas, ya que “no se puede trabajar con ilusiones”, al tiempo que aclaró que “no se puede hacer política sectorial sin ver lo que pasa con el equilibrio macroeconómico”.
Por tal razón, advirtió que “si seguimos con este nivel de producción, va a seguir aumentando la pobreza”. En ese sentido, recomendó prestar atención a la “alternancia” de las diferentes clases de producción, ya que por más que se impulsen las opciones renovables, “para los próximos diez o quince años, los (combustibles) fósiles van a seguir cumpliendo una función relevante, en especial el gas”.