Advierten que cuanto más se demore en resolver el desequilibrio fiscal, mayor será la devaluación
Un informe privado señala que el financiamiento del déficit afecta a las reservas netas, menores a las del año pasado a pesar del superávit comercial.
Mientras que sectores del kirchnerismo más duro plantean al ministro de Economía, Martín Guzmán, que incremente el gasto y que deje de lado su política de prolijidad para las cuentas públicas, analistas advierten que esos planteos no tienen en cuenta el impacto que su financiamiento tiene sobre las reservas netas del Banco Central y, en consecuencia, sobre la posibilidad de mantener la actual paridad cambiaria y evitar una devaluación.
“El problema está en el desequilibrio fiscal y en su financiamiento”, sostuvo al respecto la consultora Invecq, que a su vez advirtió que “cuanto más se demore en identificarlo o en convencer a toda la coalición de que hay que avanzar en ese plano, mayor será la magnitud de la corrección cambiaria”.
La entidad dirigida por el economista Esteban Domecq puso de manifiesto lo que podría presentarse como algo paradójico, ya que mientras el superávit fiscal alcanza los niveles más altos de los últimos ocho años, eso no se refleja en un incremento de las reservas netas del Banco Central, precisamente por la venta de dólares que realiza la autoridad monetaria para evitar una mayor depreciación del peso.
Con un superávit comercial de US$ 10.649 millones en los primeros ocho meses del año, “parecería que a la economía argentina a la cuál siempre ‘le están faltando dólares’ ahora le sobran dólares”, señaló Invecq, que sin embargo sostuvo que “un análisis algo más completo y abarcativo de la dinámica económica en su conjunto nos indica en seguida lo contrario”.
Al respecto, recordó que en agosto, “con ese gran superávit comercial que mostró el INDEC, las reservas netas del Central bajaron en 1.000 millones de dólares aproximadamente”.
Esa aparente contradicción a que “los dólares que llegaron a manos del BCRA, luego se fueron por otra vía, por ejemplo, mediante la intervención oficial en el mercado del CCL para contener la brecha”, en lo que marcó un cambio de la tendencia compradora de la entidad presidida por Miguel Pesce en el primer semestre.
Debido a esa reversión, “es preocupante la tendencia fuertemente negativa que está mostrando el stock de reservas netas desde finales de julio”, alertó la consultora, que comparó la situación con la existente a la misma altura del año en 2020.
“Mientras que a mediados de septiembre del año pasado el stock neto de reservas del Central era de 5.255 millones de dólares, hoy ese valor es de 3.568 millones de dólares en el último dato oficial del BCRA”, indicó, para agregar que “en los últimos días han seguido cayendo, por lo que quizás ya estamos cerca de los 3.000 millones”.
En ese contexto, Invecq se preguntó “qué es lo que está pasando entonces para que con uno de los superávits comerciales más grandes de los últimos años el Banco Central esté perdiendo reservas sin pausa y acercándose a valores tan bajos que ponen en riesgo la política cambiaria de devaluar la moneda solo al 1% mensual”.
Para la consultora, “el desequilibrio hay que buscarlo en el plano fiscal y monetario” ya que “es un error” limitar el análisis al flujo comercial.
“Este es el punto débil de la política económica del gobierno y todo parece indicar que será más débil aún en el futuro cercano”, señaló, en alusión al reclamo de sectores del oficialismo por una mayor emisión monetaria y un incremento del déficit fiscal.
Asimismo, puso de manifiesto el dilema del ministro de Economía, Martín Guzmán, luego de la presentación del proyecto de ley de Presupuesto, ya que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner planteó que había que reformularlo para aumentar el gasto, pero por otro lado desde el Fondo Monetario Internacional proponen una corrección en el sentido contrario.
Pero en esa discusión, “hay pocas dudas de que quienes han logrado sobreponerse son quienes pujan por mayor gasto, mayor déficit y mayor emisión”, admitió.
La reacción del mercado se reflejó en que “el BCRA ha vuelto a tener que vender dólares en el mercado oficial, el riesgo país ha subido casi 7% en la semana (barriendo la mejora que había ocurrido luego de la derrota del oficialismo), el CCL intervenido ha aumentado la brecha con el oficial y el CCL ‘libre’ superó los 190 pesos aumentando la brecha”, describió.
En ese marco, Invecq advirtió que continúa el deterioro de las reservas del Banco Central, “mientras el equipo económico parece estar viendo otra realidad”.
A esa situación, de cara al 2022 señaló que “es poco probable que un nuevo boom de la soja haga zafar a la economía de una corrección cambiaria importante en los próximos meses” ni tampoco es posible “imaginar un nivel superior de ‘cepo’ que funcione para detener el drenaje”.