De modo gratuito, hasta en 5 oportunidades, o ilimitado mediante un abono pago, la firma Integra Comex ofrece los datos de comercio exterior (exportación e importación) de cualquier persona física o jurídica. Hasta ahí parece un hecho normal, pero el nivel de detalle de la información sugiere que esos datos sólo están disponibles en el Sistema María de la Aduana, una de las tres direcciones de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), por lo cual constituiría violación del secreto fiscal.

Ese es el planteo que realizó el abogado Santiago Dupuy de Lome, mediante una denuncia que por sorteo cayó en el Juzgado Federal 10, a cargo de Julián Ercolini. Dupuy de Lome acusó a las titulares de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Mercedes Marcó del Pont, y de la Aduana, Silvia Traverso, de abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público. Aunque el mayor problema lo tendría Integra Comex, del empresario Eduardo Rotbard, por violar el secreto fiscal.

"No creo que las máximas autoridades de AFIP o Aduana tengan que ver con el hecho. En realidad parece una filtración de la que nadie se percató, o a la cual algún pícaro puede haber ayudado", le confió a NA un funcionario que tiene un cargo clave en la Aduana. En la ratificación de denuncia, realizada esta semana, sin embargo Dupuy de Lome aseguró que "es de notar que las funcionarias (por Marcó del Pont y Traverso) o tienen una connivencia con la empresa o no tienen control sobre sus funcionarios ya que los datos que brinda la empresa están protegidos por el secreto fiscal, lo cuál conlleva la gravedad del delito en este proceso".

Datos sensibles, expuestos para cualquiera

Según la denuncia, Integra Comex "muestra dichos datos y como queda demostrado en las capturas de pantalla agregadas son datos brindados por la AFIP según ellos mismos ponen en su página web datos que tengo entendido ni siquiera son de empresas que trabajan con esta empresa y que aún si lo fueran dudo que tengan el aval para mostrar esos datos". De acuerdo a su propia página web (www.integracomex.com.ar), esta firma tiene más de 36 años dedicaba al software y desde 2013 ingresó al rubro de comercio exterior, debido a la oportunidad de negocio que vio en las declaraciones juradas anticipadas de importaciones (DJAIs).

Su dueño y CEO es el empresario Eduardo Daniel Rotbard. En tanto que algunos de los clientes son Pampa Energía, Ferrero Rocher, Pirelli o el laboratorio Abbott. La denuncia de Dupuy de Lome radica en el hecho que en cada consulta puede verse no sólo cada operación de comercio exterior -exportación o importación- dentro de un período determinado, sino también todos los detalles de las mismas: posición arancelaria, producto, toneladas, precio unitario, impuestos pagados, etc. Esta información, de acuerdo al denunciante, sólo puede tener como origen al Sistema María de la Aduana.

En esta nota se brinda el ejemplo de Bunge Argentina. Mediante la información extraída de Integra Comex se puede ver el tipo de productos que importa (arroz, aceite de soja, azufre a granel, fertilizantes, etc.), desde qué países (Paraguay, Rusia, China, Estados Unidos, entre otro), a qué precio unitario y final por cada envío, entre otros detalles. Información que puede resultar estratégica para cualquier competidor de Bunge. O inclusive para un estudio jurídico o agencia de inteligencia que decida cruzar datos, para ver -por ejemplo- si coinciden sus importaciones con las necesidades de producción nacional y exportaciones.

El caso de Bunge puede multiplicarse por miles. Una automotriz que averigua los motores, cajas de cambio o partes y piezas que importa su competidora. Una firma alimenticia que detecta si otra importa más o menos de lo produce a nivel local. Una marca de ropa que detecta de dónde importa telas o hacia dónde exporta prendas terminadas una firma competidora. Información estratégica, que si se demuestra es obtenida de la AFIP como única fuente, podría configurar el delito de violación del secreto fiscal.