Aceiteros realizan un paro sorpresivo por tiempo indeterminado y la industria asegura que “no tiene fundamento”
La medida de fuerza se da ante la falta de acuerdo en la negociación salarial.
Los trabajadores aceiteros iniciaron este martes un paro sorpresivo por tiempo indeterminado en todas las plantas del país ante la falta de acuerdo en la negociación salarial, afectando la actividad del sector exportador.
El cese laboral que llevan a cabo la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) y el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo (SOEA), desde la primera hora del martes, se da “ante la falta de acuerdo en la negociación colectiva salarial aceitera”.
Los gremios detallaron que la instancia dialoguista fracasó en la jornada del lunes tras ocho horas de negociación, donde especificaron que su reclamo paritario “recibió de parte de los representantes patronales de las cámaras CIARA, CIAVEC y CARBIO una respuesta a la vez insuficiente y provocadora”.
Al respecto, señalaron que “va en línea con la gestión de un gobierno nacional que busca la destrucción de los salarios, que diariamente son devorados por la liberación de precios de todos los productos que consumimos, constituyendo la base de su política económica”.
Además, expresaron que “este proceder empresario, de un sector que ha acumulado ganancias extraordinarias durante décadas, refleja una actitud especulativa y una clara ausencia de empatía con la situación de las y los obreros y empleados aceiteros en el marco de la coyuntura crítica que sufre toda la clase trabajadora argentina”.
Desde la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), rechazaron la postura de los sindicatos y les pidieron “volver a la mesa de negociación”, asegurando que “el paro nacional de los aceiteros no tiene fundamento”.
Al defender su postura, argumentaron que “la industria aceitera tuvo en 2023 el peor año de su historia sin resignar ni un solo puesto de trabajo”, expresando que “este año nos comprometimos a que ningún trabajador pierda en relación con el avance de la inflación”.
En este sentido, precisaron que “al día de hoy ya se dió un 77% de aumento (la inflación del año) y ahora ofrecemos un 10 por ciento y luego otros 5, de modo de proteger el poder adquisitivo de los trabajadores en los próximos meses” y agregaron que “actualmente, más del 60% tiene ingresos mensuales por encima de los 2.8 millones de pesos”.
A pesar del escenario descrito, la industria expuso que “los sindicatos no aceptan y presionan por un aumento mayor y por el impacto de Ganancias, que claramente es un problema ajeno a la industria; es un impuesto y como todo tributo, aprobado por el Congreso, se debe pagar”.
Como respuesta a la medida gremial, las agroexportadoras advirtieron que “lamentablemente los trabajadores deberán afrontar las consecuencias de estas decisiones sindicales, dado que cada día sin trabajar es un día menos de salario a fin de mes”.
Al mismo tiempo, expresaron que “llamamos a los líderes sindicales a levantar la medida rápidamente, a volver a la mesa de negociación de las paritarias y evitar planteos políticos que son ajenos a la realidad de una industria que paga salarios muy por encima de la media nacional”.
La medida de fuerza afecta a las terminales portuarias del norte de Rosario, impidiendo el ingreso de alrededor de 5.000 camiones y frenando la actividad exportadora de granos, que registró un notorio aumento durante julio permitiendo ser “el mejor mes del año en ingreso de divisas de la agroexportación”, según informó CIARA-CEC.