El aumento del salario mínimo, vital y móvil dispuesto recientemente no impedirá que siga su deterioro en términos reales, al punto que cuando se complete el incremento en febrero de 2022 solamente alcanzará para cubrir el costo de la canasta de pobreza de abril de 2019, con un rezago de 34 meses.

De esa forma, a pesar del incremento escalonado del 35% el nivel de cobertura del salario mínimo será menor al vigente, si se tiene en cuenta que el rezago a marzo de este año era de 31 meses.

En la última reunión del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil se resolvió un incremento del 35% del ingreso que en marzo fue de $21.600, que solo alcanzó para la cobertura del 35,48% del costo de La Canasta Básica Total (CBT) que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y con el que se marca la línea de pobreza para una familia de cuatro integrantes, que para ese mes fue de $60.873,68.

Los $21.600 del salario mínimo de marzo volvieron a dejar en evidencia la insuficiencia de ese ingreso para solventar los gastos mínimos de una familia en condiciones de pobreza, sin incluir los gastos de alquiler de vivienda, al punto que solo alcanzaron para cubrir la CBT de agosto de 2018 ($20.868,93) y ya no bastaban para la del mes siguiente ($22.558,17).

En consecuencia, el nivel del salario mínimo de marzo, si es que se busca que por lo menos cubra la canasta de pobreza, mostró un rezago de 31 meses.

Con el incremento escalonado del 35%, el salario mínimo pasó a ser de $23.544 en abril y de $24.408 en mayo. Luego de corregir un “error material” de la resolución 4/21, el Ministerio de Trabajo aclaró que el haber mínimo de junio será de $25.272 y no de $25.572.

Con los sucesivos aumentos, será de $25.920 en julio, $27.000 en septiembre, $28.080 en noviembre y, finalmente, $29.160 en febrero de 2022.

Por el momento, no se cuenta con datos fehacientes para saber cuál será el grado de cobertura de la CBT para entonces, pero sí puede saberse que el rezago se incrementará en tres meses, ya que los $29.160 que tendrá el salario mínimo dentro de nueve meses sólo alcanzará para la cobertura del 98,9% de la canasta de abril de 2019 ($29.493,65).

Por lo pronto, el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que el Banco Central realizó con consultoras, economistas y bancos de inversión, previó una inflación de 43,3% para los próximos doce meses. En caso de cumplirse esa proyección, el 35% de aumento dispuesto marcará un nuevo deterioro del salario mínimo.

“Este exiguo aumento no sólo no augura recuperación del salario mínimo, sino que seguramente permitirá una nueva pérdida de su poder adquisitivo”, señalaron al respecto Isaac Rudnik y Juan Fresno, del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi).

Los economistas manifestaron esperar que “en la próxima reunión del Consejo prevista para antes de finales de año, las representaciones gremiales no convaliden la continuidad de la pérdida de poder adquisitivo de las remuneraciones que se viene dando en los últimos tres años, incorporando nuevos reclamos de aumentos”.