¿Es momento de cambiar dólares para comprar un auto?
Las cuatro ruedas, como el ladrillo, son tradicionales refugios contra la depreciación de la moneda. Hoy los autos aumentaron mucho en dólares y se desmoronó la venta.
Cualquier vehículo en Argentina cuesta en marzo entre 15 y 20 mil dólares, cuando en otras partes anda por los 10 mil. Las ventas de 0Km se desplomaron en los primeros meses del año un 27,4% respecto de 2023 y las fábricas salieron a ofrecer fuertes descuentos y financiación sin interés: desde ofertas excepcionales, como la de la Chery Tiggo, rebajada en más de 10 mil dólares, hasta planes a tasa 0 de Volkswagen, Renault, Citroën y Fiat, que buscan atraer a potenciales candidatos a cambiar el auto.
En el segmento de los usuarios de automotores que acostumbran a renovar su modelo antes que cumpla los cinco años la decisión no es puramente aritmética para determinar si les conviene o no aprovechar ahora la agresiva campaña de las terminales.
Es que saben que los precios en dólares de los autos son los más elevados de los últimos años.
El mismo modelo de uno de los más baratos del mercado casi triplica el valor de su nivel más bajo de hace una década.
De menos de u$s9.000 que costaba hoy se fue a 25.000.
El tuitero cordobés @MikeFseven77 siguió la evolución del precio de un Gol Trend 2013 de los últimos años tomada de una misma revista y le dio que en 2022 cotizaba en 1.200 mil pesos, o 5580 dólares, que daba $ 2.450.000 o 6.530 dólares, para 2023,
O sea que aumentó 104%. Comprarlo en 2022 para 2023 significó obtener una diferencia de 950 dólares.
La progresión continúo en 2024, ya que se fue a US$ 6.850 mil, que representan en un año un incremento del 179% en moneda dura. Y en marzo se va a $7.367.000 o US$ 7.367.
El periodista especializado @horacioalonso16, en su blog, tomó el valor de un Renault Sendero en 2012, que eran $ 73.000, y lo comparó con la versión de entrada de gama que actualmente está en $22.438.000, que representarían u$s25.100 al cambio oficial y u$s22.100 al blue.
El piso lo tocó en 2020, cuando cotizaba a u$s8.200 en dólares “billetes”, que al oficial eran u$s12.800.
Señala dos años como buenos momentos para comprarla: 2019 y 2013, cuando se batió el récord histórico de patentamientos, con más de 950.000 unidades.
No siempre la decisión de acceder a un auto pasa por el costo de oportunidad.
Hay quienes lo incorporaron a su rutina diaria, como el trabajo, transporte de los hijos, paseos en días libres o actividades deportivas, entre otras prestaciones.
También se los utiliza como una fuente de ingresos y empleo.
En ese sentido, Ezequiel Baigorria, Product Owner de Reba, explica que “en la actualidad, debido a la erosión de los precios, mantener un auto o una camioneta podría considerarse más un gasto que una inversión, dado que implica costos como patente, seguro, mantenimiento, combustible, estacionamiento y revisión técnica vehicular, entre otros. Además, no debemos pasar por alto el desgaste natural que sufre cada vehículo con el tiempo y el uso”.
Si se mide la decisión de adquirir un 0Km como alternativa de inversión al dólar, la respuesta sobre su conveniencia es que depende del propósito que se le dé al vehículo y de la capacidad para afrontar los gastos asociados.
Descartada la comodidad como motivación o contar con una fuente de ingresos a través de un vehículo utilitario, lo desaconseja rotundamente.
"Existen alternativas de inversión mucho más eficientes y rentables en el contexto económico actual, como dólar MEP, Fondos Comunes de Inversión y Obligaciones Negociables”, aduce.
Pone como ejemplo que si hace cinco años alguien hubiera invertido $600.000 o el equivalente a US$ 14.000 en la compra de un auto, como un Volkswagen Gol Trendline (2019), al disminuir su valor a US$ 9.200, representaría una pérdida del 35% del capital debido al desgaste y la depreciación.
Además, hay que sumarles los costos asociados al mantenimiento, los cuales se acumulan año tras año.
Por otro lado, si la decisión hubiera sido invertir en dólares, se hubiese conservado su valor o incluso es probable que hubiera aumentado con el tiempo.
Desde el 2019 a hoy, el dólar MEP se incrementó en un 1000%, lo que significa que aquellos que compraron la moneda estadounidense ese año y hubieran conservado esos US$ 14.000, hoy tendrían $14.000.000.
En una palabra, la recomendación sería comprar dólar MEP si se tienen los pesos y hacer opcional, de manera automática o manual, el aprovechamiento de una cotización más favorable para los autos por parte de los ahorristas que forman sin apuro posición en dólares y esperan .
Con el actual gobierno, la clase media alta empezó a desprenderse muy lentamente, a medida que necesita sostener un nivel de consumo, de fondos alojados en cuentas bancarias del exterior, atesorados en cajas de seguridad o “en el colchón”, tanto en dólares como en otras divisas. Ascendían a US$277.793 millones a fin de año, según el INDEC.
En los últimos tres meses, la acumulación de activos externos por fuera del sistema había crecido en US$6848 millones (2,5%), fruto de la incertidumbre política, estancamiento económico, brecha cambiaria en alza y dolarización de carteras del período electoral.
El retroceso del blue de los últimos dos meses, en un contexto inflacionario muy alto, demuestra lo que el presidente Milei interpretó públicamente (y el consumo gastronómico y turístico, especialmente, corroboran en lo cotidiano. Que “no hay plata” pero sí dólares acovachados que afloran para mantener en parte el bienestar de los que pueden.
Hay también ahorristas en dólares que miran el mercado inmobiliario y maduran decisiones de compra para aprovechar precios que aparecen rezagados, comparativamente con épocas de esplendor de los ladrillos.
Pero aún con las rebajas de los precios que aplicaron algunas de las terminales, los salones de las concesionarias no se ven aún demasiado concurridos.
Los seguidores de los fierros orejean naipes para ver si el Gobierno sale o no del cepo este año y se abre la importación, con lo que podrían dolarizarse los precios y acercarse un poco a los que rigen en el exterior.
Un buen usado de tres años, que puede tener entre 20.000 y 30.000 kilómetros, sigue siendo considerado un auto nuevo, con poco rodaje y la misma tecnología que la mayoría de los modelos 2023, pero que vale dos millones de pesos menos.
El cálculo es aplicable tanto para el que lo quiere cambiar como para el que pretende descontar antigüedad y el 0 Km le resulta inaccesible.