El CEO de Aconcagua Energía Servicios destacó los retos económicos, sociales y regulatorios del sector energético argentino. En una entrevista en el programa periodístico Desafío Energético, emitido por Canal 7 de Neuquén, analizó la necesidad de atraer inversiones extranjeras y garantizar la estabilidad macroeconómica para potenciar Vaca Muerta como motor de desarrollo nacional.

Leonardo Deccechis, CEO de Aconcagua Energia Servicios, ofreció en Desafío Energético una reflexión profunda sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta el sector energético argentino. Durante la entrevista, abordó temas cruciales como la transición energética, el papel de las empresas convencionales en la generación de empleo y, especialmente, la necesidad de inversiones masivas para concretar el potencial de Vaca Muerta, considerado uno de los reservorios de shale más grandes del mundo.

El impacto económico de Vaca Muerta: inversiones multimillonarias

Uno de los puntos más relevantes de la entrevista fue el análisis detallado de las inversiones necesarias para el desarrollo pleno de Vaca Muerta. Según Deccechis, las cifras estimadas previamente, que rondaban los 58.000 millones de dólares, son significativamente más bajas de lo necesario para llevar la explotación de esta cuenca a su máxima capacidad. “Solo los pozos requerirían entre 180.000 y 200.000 millones de dólares. Y esto no incluye infraestructura clave como ductos, plantas de tratamiento, baterías o líneas eléctricas. Cuando sumas todo eso, los números crecen exponencialmente”, afirmó.

El ejecutivo desglosó cómo se llegan a esas cifras, basándose en el tamaño de Vaca Muerta, que abarca aproximadamente 30.000 kilómetros cuadrados, y el costo promedio de perforación de un pozo, estimado en 12 millones de dólares. “Aunque no toda la superficie es explotable, incluso considerando la mitad, estamos hablando de inversiones monumentales”, agregó.

Deccechis también destacó que el desarrollo de infraestructura será un desafío por sí mismo. “Los ductos necesarios para transportar gas y petróleo desde Vaca Muerta hasta los centros de consumo o exportación son proyectos multimillonarios. Por ejemplo, Argentina LPG (el proyecto que impulsa YPF a sierra grande) está valuado en 30.000 millones de dólares, y es solo uno de los varios que se necesitarán”, explicó.

Atraer capital extranjero: el gran desafío

Dado que el contexto económico argentino limita la disponibilidad de recursos internos para financiar estas inversiones, Deccechis enfatizó la importancia de atraer capital extranjero. “La realidad es que Argentina no tiene los recursos necesarios para financiar el desarrollo pleno de Vaca Muerta en un plazo razonable. Necesitamos capital extranjero, pero eso implica ofrecer estabilidad, reglas claras y condiciones atractivas”, afirmó.

En este sentido, señaló varios factores clave que deben considerarse para atraer inversiones:

  1. Reglas claras y estabilidad jurídica:“Los inversores necesitan certezas a largo plazo. No pueden correr el riesgo de que las reglas cambien de un gobierno a otro. Esto incluye la posibilidad de repatriar sus utilidades, algo que hoy se ve afectado por las restricciones cambiarias”, explicó.
  2. Régimen de incentivos:Deccechis destacó la importancia de los regímenes de promoción, como el Régimen de Inversión para Grandes Proyectos (RIGI). “Estos incentivos deben ser sostenibles y consistentes. No se trata solo de atraer inversión inicial, sino de garantizar que los proyectos puedan ser rentables durante toda su vida útil”, afirmó.
  3. Acceso a divisas y eliminación del cepo cambiario:“El cepo cambiario genera una barrera para los inversores extranjeros. Si no pueden acceder al mercado de divisas para repatriar sus ganancias, difícilmente considerarán a Argentina como una opción viable”, advirtió.
  4. Reducción de costos operativos:“Debemos encontrar maneras de hacer más competitiva la operación en Argentina. Aunque Vaca Muerta es una formación de clase mundial, los costos asociados a impuestos, logística y financiamiento son más altos que en otras regiones, como Estados Unidos”, explicó.

El rol de las políticas económicas y la macroeconomía

Deccechis subrayó que el desarrollo de Vaca Muerta está directamente relacionado con la capacidad del país para ofrecer un entorno macroeconómico favorable. “Las inversiones en Vaca Muerta son de largo plazo. Esto significa que las decisiones económicas de hoy tendrán impacto dentro de 10, 15 o 20 años. Si no logramos estabilizar la inflación, garantizar el acceso a divisas y ofrecer un marco predecible, el capital extranjero buscará otros destinos”, afirmó.

Además, destacó la importancia de la transición energética como una oportunidad y un límite temporal. “El mundo está en camino hacia la descarbonización. Tenemos entre 20 y 30 años para maximizar el potencial de Vaca Muerta. Si no actuamos con rapidez y eficiencia, nos quedaremos atrás en un mercado energético global que será cada vez más competitivo”, advirtió.

El papel de las empresas convencionales y la generación de empleo

Deccechis también puso en valor el rol de las empresas convencionales, como Aconcagua Energía, en el sostenimiento de empleo en regiones donde el shale aún no tiene impacto directo. “En los últimos cuatro años, hemos creado 180 nuevos puestos de trabajo genuinos en áreas como Catriel. Esto no solo implica nuevas oportunidades, sino también el sostenimiento de empleos existentes en cuencas donde Vaca Muerta no está presente”, explicó.

El ejecutivo destacó que la operación de los pozos convencionales es intensiva en mano de obra, lo que contrasta con el modelo de Vaca Muerta. “En el convencional, el costo de mantenimiento de un barril es de 35 a 38 dólares, y el 80% de ese costo corresponde a mano de obra. En Vaca Muerta, ese costo es de apenas 3 dólares, lo que muestra una diferencia significativa en la estructura operativa”, detalló.

Sin embargo, enfatizó que ambas actividades son complementarias. “El convencional sostiene la base operativa y social de muchas regiones mientras Vaca Muerta crece. Es esencial que ambos sectores trabajen en sinergia para garantizar el desarrollo equilibrado de la industria”, afirmó.

Un futuro lleno de oportunidades y desafíos

Al finalizar la entrevista, Deccechis reflexionó sobre el futuro de Vaca Muerta y la industria energética en Argentina. “Tenemos una oportunidad histórica de convertir a Vaca Muerta en un motor de desarrollo nacional. Pero esto requiere decisiones estratégicas, estabilidad y una visión de largo plazo”, afirmó.

También subrayó la importancia de la cooperación entre el sector público y privado. “El desarrollo de Vaca Muerta no es solo responsabilidad de las empresas. El Estado debe garantizar un marco regulatorio adecuado, invertir en infraestructura y promover políticas que incentiven la inversión. Solo así podremos aprovechar plenamente este recurso”, concluyó.

El mensaje de Leonardo Deccechis es claro: el desarrollo pleno de Vaca Muerta no solo depende de su potencial geológico, sino de la capacidad del país para ofrecer un entorno económico estable y atractivo para los inversores.

Con inversiones estimadas en 200.000 millones de dólares y un horizonte limitado por la transición energética, Argentina enfrenta el desafío de transformar esta oportunidad en un motor de crecimiento sostenido y sostenible. Como señaló Deccechis, “hacer las cosas constantemente bien no es una opción, es una necesidad para garantizar nuestro futuro energético”.

(Artículo realizado por el Servicio de Noticias de Canal 7 Neuquén).