¿Y si nos entrenamos con barbijos? Acordate de Gimnasia
Dicen los que saben que los entrenamientos deportivos con barbijos no otorgan ventajas. Pero una vez, El Lobo de La Plata lo intentó para ir a la altitud.
Los entrenamientos deportivos con barbijos no otorgan - definitivamente- ninguna ventaja.
No logran imitar las condiciones de la altitud. Para ello están las cámaras especialmente acondicionadas.
Apenas si obligan a entrar en una anaerobiosis.
Pero adelantan el cansancio y entonces, acortan el tiempo de trabajo, explican físicoculturistas en un video que se halla en YouTube.
Sin embargo, hace ya muchos años, los primeros de esta centuria, los periodistas argentinos tomaron con humor la actitud del técnico de Gimnasia y Esgrima La Plata en vísperas de una incursión en la altura de La Paz.
Los memoriosos recuerdan que los jugadores de Gimnasia llegaron a practicar con la boca tapada con barbijos.
Las informaciones de entonces recordaban "como cirujanos o enfermeros".
Era para acostumbrarse a la falta de aire que iban a sentir en el partido a Bolívar, en La Paz, por Copa Sudamericana.
Lo que resultó muy gracioso en aquel entonces fue la actitud de sus colegas de Blooming, quienes siguieron a pie juntillas el ejemplo y también se entrenaron con barbijos, antes de subir a Oruro para enfrentar a San José.
El entonces entrenador del "Lobo" Carlos Ramacciotti, explicaba: "Es una experiencia que tiene semejanza con algo que sentirán en Bolivia, el ahogo, el fastidio".
Y el médico del plantel, Pablo del Compare, ya lo dejaba en claro: "No se busca una adaptación física sino psíquica a la situación que vivirán en La Paz, situada a 3.600 metros sobre el nivel del mar".
Si se rastrean las viejas crónicas, un diario boliviano destacaba que en el argentino Olé, Tomás Sanz (autor de artículos humorísticos vinculados con el deporte), ya bromeaba hasta con su nombre.
Bajo su columna firmada como Tomás Altura, escribió: "Ya se probó de todo, desde salame picado fino, mascar hojas de coca, ir a Bolivia un mes antes, o un día después del encuentro".
¿Y el resultado? (Que según los de Estudiantes sería lo único que importa).
Bolívar 4 - Gimnasia 1.
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--Y ya que estamos...-- .
¿Pero cómo continuó aquel capítulo de Copa Sudamericana?
Mal.
El partido de ida se jugó el 9 de octubre de 2002.
Y el de vuelta, el 30 de octubre del mismo año.
La delegación del Bolívar fue atacada en la autopista a La Plata.
La revancha, que ganó Gimnasia por 2 a 0 y quedó eliminado, se caracterizó por incidentes entre el público local y la Policía.
Ese encuentro estuvo a punto de suspenderse.
Al Bolívar lo dirigía José Luis Brown. Nada menos.
Y los coletazos aparecieron en El Bosque el 1 de noviembre.
En un entrenamiento hubo un encontronazo -a patadas y trompadas- entre Martín Pautasso, Lucas Bustos y Germán Noce con Braian Robert, que es hijo del entonces vicepresidente primero de Gimnasia, Daniel Robert.
Todo eso cuentan los archivos.