Víctor Celiz es una de las tantas historias cruzadas que tiene la pandemia de coronavirus en Argentina, ya que mientras se desempeña como entrenador nacional de tiro deportivo rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, cumple su obligación como bombero de profesión en el partido bonaerense de Avellaneda.

En una entrevista con NA, el entrenador reconoció que la postergación por un año de la máxima cita del deporte obligó a "repensar todas las planificaciones", las que tuvo que combinar con su labor en el cuerpo de bomberos de Echenagucia, donde recibió una capacitación especial por si necesitan ser convocados para la lucha contra el COVID-19.

"Por ahora estamos abocados sólo a la parte de emergencia, no trabajamos en la de sanidad, pero estamos haciendo cursos y preparándonos por si surge alguna complicación en este asunto y llegamos a ser convocados", manifestó, justo en la previa de la llegada del denominado "pico" de contagiados.

Y añadió sobre la función que llevan a cabo en el cuartel: "Hacemos guardias de uno o dos días y sin estar juntos por si llega a haber algún caso de contagio, para no tener que aislarnos todos a la vez".

Por otra parte, el coordinador técnico deportivo nacional de tiro trabaja en el programa de los Juegos de la Juventud Dakar 2022 del ENARD y con las escuelas de iniciación deportiva de la Secretaría de Deporte.

"Contamos con chicos en prácticamente todas provincias y la cuarentena afecta el contacto que teníamos. Dos veces por mes nos juntábamos con todos los deportistas y hacíamos entrenamientos grupales", explicó.