Una treta
Quedan pocas malas artes en el fútbol de las que se veían muchas en los años sesenta y setenta. Pero en el ascenso, algo se puede encontrar
No le gustaba nada al local estar jugando con uno menos el clásico. O semi clásico.
Entonces, el final del primer tiempo fue una ocasión.
Antes de que los jugadores se fueran al descanso se produjo un revuelo.
El arquero suplente, Bruno Galván, terminó amonestado por haber protagonizado un encontronazo con el 8 rival, quien estaba
jugando, Facundo Mater, quien también vio la tarjeta amarilla.
Se habla de Deportivo Morón-Nueva Chicago, disputado un domingo de verano.
Ya en el segundo período, terminaron diez contra diez pero el resultado nunca se alteró.
Fue cero a cero clavado.