Ver la final del Mundial de Qatar 2022 recluido en una habitación en el más absoluto de los silencios puede ser una receta recomendable para un francés en la Argentina este domingo, pero existen otros programas.

Un bar en un barrio de la zona norte capitalina o algún recinto en la más francesa de las ciudades argentinas, Pigüé, serán desde ya lugares hospitalarios para los galos en una jornada difícil para ellos, sin dudas.

El dato del bar es todo un hallazgo de la agencia Noticias Argentinas en medio de un gran hermetismo ya que se trata de autoconvocatorias privadas.

Es que no habrá actos oficiales auspiciados por instituciones vinculadas con París.

La Embajada de Francia se comunicó con este medio para aclarar que "no realizará proyección de la final del Mundial 2022".

Ni la Alianza ni el club de rugby Deportiva Francesa, convocarán a ciudadanos de ese origen o descendientes con motivo de esta final "futbolera".

En 1998 la sede centro de la Alianza fue escenario de un acto oficial, pero el rival de Francia en aquella ocasión era otro: Brasil.

Así fue como todo terminó en festejos cerca del Obelisco, algo parecido a lo que sucedió en 2018.

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Pigüé es la cabecera del municipio de Saavedra. Se ubica al sur de la provincia de Buenos Aires y fue fundada el 4 de diciembre de 1884 por un joven francés llamado Clément Cabanettes, originario de la localidad de Ambec, y por su amigo Francois Issaly, proveniente de Saint Felix de Lunel.

Ambas están ubicadas en el departamento francés de Aveyron (región de Occitania), al sudoeste de Francia. Pigüé significa "Lugar de encuentro" en lengua aborigen y allí los franceses se reunirán el domingo en distintos puntos. En esos lares se conoce la lengua francesa, ya que el idioma se enseña en las escuelas primarias, públicas y privadas desde 2007 e incluso existe un raro dialecto, el occitano de los fundadores.

También hay muchas calles que han conservado los nombres de la región de Aveyron, como "Ciudad de Rodez" o el Parque Municipal "Saint Côme". Queso tomme, con el que se fabrica el tradicional aligot, baguettes, tortillas, canapés o champgane, forman parte de las tradiciones gastronómicas que no faltarán en las mesas a la hora del partido: mediodía.

De los muchos franco argentinos famosos en la historia, el fútbol trae a la memoria a Charles Romuald Gardes, nada menos que Carlos Gardel, quien ya estuvo muy activo antes de la final de 1930 en Montevideo, Uruguay-Argentina, cuando fue a saludar y cantar algo hasta en los vestuarios de ambos equipos. Gardel era oriundo de Toulouse, Francia, cantó en francés así como en inglés y napolitano, pero creció en el barrio del Abasto.

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Bien camuflados (valga más que nunca la palabra derivada de camouflage) los franceses que andan por la ciudad de Buenos Aires se juntarán este domingo en un bar de una calle cuyo nombre denota neutralidad.

Es la que homenajea a Costa Rica, un país que, bien podría hacer fuerza por la Argentina debido a su condición americana, pero que de fútbol entiende "hasta ahí", como queda demostrado en la presentación inicial de su Selección este mundial y el saldo de ese partido frente a España.

El grupo de Facebook "Français et Françaises à Buenos Aires" propone mañana a los galos reunirse en Palermo, en Temple Bar de Costa Rica 4677, y en Almagro, en Le Troquet de Henry, un "bar francés" en Guarda Vieja 3460, en la Capital Federal.